Ana Julia declara: «Vine a buscar el cadáver porque me pidieron la llave y me puse nerviosa»

Ana Julia Quezada queda hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería donde rendirá declaraciones ante el juez Rafael Soriano después de haber confesado que mató a Gabriel Cruz.

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil inspeccionó el área de las Hortichuelas y la finca de la familia del menor asesinado donde Ana Julia mantuvo oculto el cadáver, así como el piso en Vícar donde vivía la autora del crimen con su pareja para reconstruir los hechos.

La información del atestado policial y la autopsia definitiva además de otras pruebas como el análisis de tierra y barro encontrados en el cuerpo de Gabriel ayudarán al juez a resolver el caso de la muerte del niño.

Ana Julia confesó que mató a Gabriel en la finca de Rodalquilar, lo llevó hasta allí en su coche.

Estas son sus declaraciones oficiales que han salido a la luz:

“Gabriel estaba solo jugando con un palito, y le dije: hombre si estás solo vente conmigo, voy a la finca. Él se subió en el coche, fuimos a la finca y yo me puse a pintar. Él se quedó fuera jugando. En un momento dado me asomé y le vi jugando con un hacha. Y entonces le dije: pero ¿qué haces jugando con un hacha? Él me insultó, yo lo intenté quitar el hacha y él me dijo: tú no eres mi madre, tú no me mandas y además no te quiero volver a ver nunca. Así que nos peleamos por el hacha, se la quité y al final, con la rabia, acabé asfixiándole, tapándole la nariz y la boca.

Fue dentro de la vivienda cuando estaba muerto me di cuenta de que tenía un problema importante. Saqué el paquete de tabaco y me fumé un cigarro.

Y estuve pensando.

No quería hacerle daño a Ángel así que lo mejor fue enterrarlo. Cogí una pala y lo enterré.

Así él no sabría nunca lo que había pasado. Me llevé la ropa, al terminar a casa de la abuela de Gabriel. Si coloqué la camiseta en los juncos fue para despistar.

Bueno, días más tarde, cogí lo que quedaba de la ropa de Gabriel y la tiré dentro de un contenedor de vidrio en frente de un hotel.

Al final, vine a buscar el cadáver porque me dijeron que entregase la llave y me puse nerviosa”.

Se presume que el niño fue llevado a la finca a través de un engaño porque él salió de la casa de su abuela para jugar con sus primos y nunca llegó.

La investigación arroja que ella lo planeó todo, el día anterior habría estado en la finca para preparar el entorno donde mataría a Gabriel, quien no pudo defenderse porque solo tenía 8 años.

Gabriel no murió en el acto, sufrió varios golpes, y fue asfixiado mecánicamente. Tiene marcas en las muñecas que comprueban que fue arrastrado por la fuerza y no hallaron signos de defensa en sus uñas. Los investigadores aseguran que fue atacado por sorpresa.

Ana guardó la camiseta de Gabriel, que posteriormente, el 03 de marzo fingió encontrar en un camino de Las Negras entre lágrimas y sollozos.

Después de cometer el crimen, ella regresó a la casa de la madre de Ángel en Las Hortichuelas a las seis de la tarde, esperó hasta las ocho cuando la abuela de Gabriel decidió llevarle la merienda a la casa de los primos y comprobó que no había estado ahí.

Ana Julia confesó el crimen al mismo capitán que se encargó de obtener la confesión de José Enrique Abuín conocido como “El Chicle”, autor del secuestro y asesinato de Diana Quer.

El interrogatorio ha durado más de dos horas, la mujer finalmente confesó que le quitó la vida al hijo de su pareja alegando que lo hizo en defensa propia.

Todo apunta a que Ana había planeado el crimen meticulosamente, aprovechando una jornada festiva en la que el padre de Gabriel tenía que trabajar, pero todo se le complicó por la movilización de las personas y de los medios de comunicación además de la presión psicológica a la que fue sometida por agentes de la Guardia Civil.

Ella era sospechosa desde el primer día, pero la última semana, los agentes de la Guardia Civil aumentaron la presión haciéndole creer que las cámaras de seguridad de un hotel habían grabado su coche, le preguntaban varias veces qué había hecho el día de la desaparición del niño y le pidieron las llaves de la finca de Rodalquilar porque irían a inspeccionarla.

Así fue como el domingo 11 de marzo ella fue a la finca para trasladar el cuerpo a otro sitio, los guardias civiles la estuvieron siguiendo en todo momento y grabando sus movimientos.

La vieron sacar el cuerpo envuelto en una manta y meterlo en el maletero de su coche, cuando se disponía a entrar en el parking adyacente a su casa en Vícar la interceptaron.

Durante el operativo de búsqueda ella participó en las batidas y apoyaba al padre de Gabriel públicamente, pero en algunos períodos se ausentaba para presuntamente pintar la casa de Rodalquilar o para ir al cajero automático.

Los investigadores les recomendaron a los padres, asumiendo que podrían rescatar a Gabriel con vida, que mantuvieran una actitud normal hacia Ana para evitar que se sintiera descubierta mientras seguían trabajando para recolectar las pruebas contundentes que la incriminarían como autora de la desaparición del menor.

LV / EP

En pocos momentos Ana Julia comparecerá ante el juez declarando su versión de los hechos. Estaremos atentos a las novedades, comparte este avance.

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