Se negó a permitir que el coronavirus le impidiera caminar y fabricó una prótesis en casa

Uno de los mayores temores de los gobiernos de diferentes países es que la pandemia de coronavirus, que ya afecta a muchísimas ciudades, colapse sus sistemas de salud y que se desatiendan a personas con otras enfermedades para darles prioridad a quienes den positivo en COVID-19.

Y esto es justo lo que le sucedió a un hombre que debía acudir a su cita para poder tener la prótesis para su pierna, pero al no ser atendido, su esposa decidió fabricarle una.

Atchari Watson es la mujer a la que no le importó que los médicos no pudieran atender a su esposo Steve debido a la cuarentena ordenada en su país por el brote de COVID-19, ella no se quedó cruzada de brazos ante la situación y puso todo su empeño en fabricarle ella misma una prótesis.

Steve Watson sufrió hace tiempo una terrible caída, y debido a esta perdió la pierna, pidió una cita para que le fabricaran una prótesis, pero no pudieron dársela debido a la pandemia, a la cuarentena y a la prioridad que por el momento tienen las personas infectadas.

Pero su esposa no estaba decidida a verse pasiva frente a la situación y le construyó a Steve una prótesis con cosas que tenían en casa: un cubo de playa, resina y madera, Steve parecía un pirata, pero eso es nada comparado con no poder moverse.

“Qué linda, es un gesto de mucha bondad y amor, ¡así se hace!”, comentó un internauta.

Incluso la mujer pudo construir un segundo modelo de la prótesis de su esposo, que es el que usa Steve a la fecha, hecho con una bota de media luna y con madera que guardaban en su cobertizo, esta prótesis es más resistente y le permite a Steve caminar por toda la casa y también en el jardín.

“No sabía lo que mi esposa estaba planeando hacer, pero fue una idea grandiosa, la prótesis me permitirá caminar por los próximos tres o seis meses, hasta que la pandemia pueda ser controlada y yo pueda recibir atención médica” declaró Steve.

Steve cayó desde una altura de 1,5 metros, eso sucedió en 2018, y después de una serie de operaciones que no le devolvieron la movilidad, decidió que lo mejor sería que le amputaran la pierna. Por suerte tiene a una esposa que lo apoya en todo y que no lo ha dejado solo en estos momentos tan difíciles.

Comparte esta historia como muestra de que el amor verdadero enfrenta todo tipo de desventuras con paciencia y entrega.

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