¿Cuáles podrían ser los móviles que llevaron a Ana Julia Quezada al cruel asesinato de Gabriel?

Ana Julia Quezada, la presunta asesina del pequeño Gabriel Cruz, desde un inicio fue la principal sospechosa.

Las investigaciones siempre apuntaron en su contra, hasta que producto de un operativo de la Guardia Civil, usándolo como carnada, le dijeron que inspeccionarían la finca familiar. La sospechosa mordió el anzuelo y de inmediato procedió a mover el cadáver del niño, sin saber que la vigilaban de cerca.

Fue entonces cuando procedieron a seguirla, para ver si de ese modo los llevaría a algún otro cómplice en la desaparición y asesinato del pequeño en las Hortichuelas, en Níjar, Almería.

Finalmente, el domingo tras quedar detenida, las autoridades de momento confirmaban que Quezada era la única autora del crimen, hasta seguir indagando en las investigaciones.

Sin embargo, todavía queda un largo camino para las autoridades, quienes no cesan en las indagaciones por tratar de atar cabos y lograr con dar con el móvil o los móviles del atroz asesinato de Gabriel Cruz.

Ahora el pasado de Ana Julia Quezada se mira con lupa, y van saliendo a la luz detalles que pueden dar pistas para este caso.

Recientemente se había descubierto que la niña de 4 años que cuidaba en 1996 que murió por accidente al caer por una ventana, era su hija, pero las investigaciones se han abierto, y sospechan que podría haber vínculo entre Quezada y la muerte de la menor.

Detalles adicionales en el proceso de la búsqueda de Gabriel pusieron en alerta a las autoridades: el teléfono que nunca entregó con la excusa de haberlo extraviado, la camiseta del pequeño encontrada por Quezada en un lugar bastante peinado por las autoridades, y la extraña actitud que despertó la sospecha de su propia pareja, Ángel Cruz, quien alertó a las autoridades de sus temores.

Con todo lo anterior, varios antecedentes, que se podrían convertir en los móviles del crimen, han planteado los investigadores:

1. Relaciones familiares conflictivas:

Varios testigos confirmaron que la relación de Ana Julia con la abuela paterna del pequeño no era nada buena.

«Carmen no la tragaba, no le gustaba nada, y es una mujer de armas tomar, a ella no le gustaba que tuviera tanto control sobre su hijo», asegura una persona que conoce a las dos.

También aseguraron que incluso la relación con el niño era distante y lejana, al punto que cuando Ana Julia viajaba a su país, le decía al padre:

“Ojalá que se quede y no vuelva”.

2. Problemas económicos

En el momento actual, según fuentes próximas a la investigación, no tenía trabajo y convivía con el padre de Gabriel en Puebla de Vícar.

Su anterior pareja la describe como «una mujer de caprichos caros”.

LAS HIPÓTESIS DEL MÓVIL DEL CRIMEN

De lo anterior, si bien hasta que Ana Julia no declare a profundidad todas las circunstancias en torno al crimen, no se sabrán sus verdaderas motivaciones, los investigadores apuntan a que se podrían hablar de 2 móviles:

1. Que tuviera celos del niño y de la buena relación que hay entre el padre y Patricia Ramírez, la madre del niño. Esto se avala en el hecho de que Ana Julia quería regresar a vivir a República Dominicana, junto con su pareja, el padre de Gabriel, pero el niño sería el único impedimento para hacerlo.

2. Que pretendiera resolver su crisis económica sacando partida por el rescate. De hecho, en un primer momento, la familia ofreció 10.000 euros a cualquiera que pudiese aportar datos sobre el paradero de Gabriel, pero después fue Quezada la única que insistió en elevar la cifra a 30.000 euros.

Esperemos que las investigaciones sigan su curso y que pronto las autoridades puedan tener indicios de lo que llevó a esta mujer a cometer tal atrocidad.

No podemos dejar de levantar nuestra voz. Actos así no pueden quedar en la impunidad. Comparte esta noticia para que se haga justicia porque #Todossomosgabriel

Te recomendamos