El vídeo de decenas de prisioneros fabricando mascarillas – «Queremos enmendar los errores»

Todos cometemos errores en la vida y, por supuesto, terminamos arrepintiéndonos por los actos que pudieron ocasionar mal a los demás. Pero, el coronavirus ha penetrado hasta los corazones más duros para dejarnos ver lo mejor de la humanidad.

Tal como sucede en Guatemala, en donde toda la sociedad ha quedado conmocionada al enterarse del más noble gesto que tuvieron los reclusos más peligrosos, para resarcir un poco del mal que han hecho en sus vidas.

Y es que los reclusos, principalmente jóvenes, que comparten el mismo pasado lleno de terror y maldad, han dejado de lado toda su “rudeza” para aprender a utilizar la máquina de coser y así poder realizar miles de mascarillas para personal de salud y para la población más necesitada.

Francisco Molina, titular de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, encabezó la noble acción en respuesta a la gran escasez de mascarillas en los hospitales y farmacias, así que pensó que sería la mejor manera de cambiar las conductas arrebatadas de los reclusos por bondad y empatía.

“Si en el pasado los jóvenes se pudieron haber equivocado o pudieron haber hecho algún tipo de daño, hoy esas manos están generando vida. Estas mascarillas en esta crisis representan vida y eso es lo que hoy estos jóvenes le están dando a Guatemala”, enfatizó Francisco.

La meta es hacer 10 mil mascarillas

Todos los reclusos trabajan en equipo, sin importar que anteriormente hayan sido rivales entre sí, cada uno cumple con una labor esencial dentro del proceso de elaboración de las mascarillas: unos cortan la tela, otros cosen a máquina y otros más les dan los toques finales.

Lo más importante es que cada uno de los reclusos participa voluntariamente en la noble misión, nadie los obliga sino que es algo que sienten desde el fondo de su corazón.

“Si alguna vez yo le hice daño a Guatemala, ahora quisiera enmendar mis errores apoyando en la emergencia”, dice un recluso llamado Jason, conocido anteriormente por su alto grado de maldad.

Con su arduo trabajo, los reclusos han demostrado que siempre se puede ser una mejor persona y, además, que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad de vida, acompañados de los seres queridos incondicionales que se han mantenido ahí pese a todo.

“Todo esto lo estamos haciendo por una causa: para que se deje de transmitir el virus por el bien de todos”, dijo Bryan, otro recluso.

Al igual que cualquier otra persona en estos momentos tan críticos por los que atravesamos, estos peligrosos reclusos están preocupados por el bienestar de su familia y esperan que muy pronto vuelva la calma a todo el mundo.

Guatemala pone a trabajar a los presos, equipa las cárceles para que los presos confeccionen mascaras 😷👏🏼

Publiée par David Puluc Morales sur Mercredi 1 avril 2020

No cabe duda de que siempre se puede mejorar como persona y que la primera impresión no lo es todo, Dejemos a un lado todos los prejuicios y unámonos para vencer al coronavirus.

Recuerda que es tarea de todos colaborar para que la crisis por el coronavirus termine muy pronto. Comparte este grandioso acto de solidaridad.

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