El presidente de Brasil rechaza la ayuda del G7 para combatir los incendios del Amazonas

Los incendios en la selva amazónica han dejado los peores estragos a su paso, las redes sociales y los titulares de los periódicos se han visto invadidos de crudas imágenes que no hacen más que desvelar la gran amenaza del futuro de nuestro planeta. Y lo más triste es que no todas las autoridades en las que recae la responsabilidad de poner una solución han reaccionado de la mejor manera, ni en el tiempo justo, para minimizar las pérdidas en terreno calcinado y animales que han perdido injustamente la vida.

La respuesta del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ante la promesa de la ayuda económica de casi 18 millones de euros para salvar al Amazonas, acordada por el G7, que se ha concretado este martes, ha causado indignación en el mundo entero.

En lugar de aceptar la ayuda, Bolsonaro ha puesto una condición y ha sido que su homólogo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, retire antes sus «insultos» contra él. Una actitud por demás inadecuada conforme a la grave situación en la que se encuentra el pulmón del mundo, y que por un capricho personal del mandatario estaría cerrando la posibilidad a la solución a la crisis de emergencia mundial del momento.

Previamente, el jefe del gabinete, Onyx Lorenzoni, había ratificado que a lo mejor esos fondos «sean más relevantes para reforestar Europa».

«Macron no logra siquiera evitar un previsible incendio en una iglesia que es un patrimonio de la humanidad y ¿qué pretende enseñarle a nuestro país?», había desafiado Lorenzoni, en relación al devastador incendio de la basílica de Notre Dame, en París, el pasado mes de abril.

«Él tiene mucho que cuidar en su casa y en las colonias francesas. Brasil es una nación democrática, libre y nunca tuvo prácticas colonialistas e imperialistas como tal vez sea el objetivo del francés Macron. Que, por coincidencia, tiene altas tasas internas de rechazo a su gestión”, concluyó Lorenzoni.

Mientras que Bolsonaro, por su parte, no perdona a Macron de haberlo tildado de mentiroso tras supuestamente haber engañado al mundo con sus compromisos ambientales.

«Antes de hablar o aceptar cualquier cosa de Francia, debe retirar sus palabras y luego hablamos. Primero retira sus palabras, luego ofrece la ayuda y luego responderé», dijo tajantemente Bolsonaro.

Dicha rivalidad entre los mandatarios vendrían agravadas después de que el físico de sus respectivas esposas había sido blanco de críticas entre ellos.

Además, Bolsonaro también acusó a Macron de «disfrazar sus intenciones sobre la Amazonía detrás de la idea de una alianza de los países del G7 para salvarla, como si fuésemos una colonia o una tierra de nadie».

Pero Macron tampoco dudó en responder: “Respetamos su soberanía, pero en el tema de la Amazonía no podemos dejarle destruirlo todo”, dijo.

Mientras que el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil acotó: “Está muy evidente el esfuerzo, por parte de algunas corrientes políticas, de extrapolar cuestiones ambientales reales transformándolas en una ‘crisis’ fabricada, como pretexto para introducir mecanismos de control externo de la Amazonía”.

“Brasil no aceptará ninguna iniciativa que implique relativizar la soberanía sobre su territorio, cualquiera que sea el pretexto y cualquiera que sea el ropaje”, concluyó el canciller.

Hasta el pasado domingo se registraron más de 1.000 nuevos incendios y en lo que va del año se reportaron más de 80.000. en todo Brasil.

Los niños y los ancianos, además de los animales, han sido los más afectados debido a las dolencias generadas por la continua inhalación del humo en el ambiente, en el hospital de Porto Velho, la capital de Rondonia, se pueden ver largas filas de espera mientras suplican ser atendidos.

Desde que Bolsonaro llegó al poder, ha protagonizado varios incidentes polémicos con los ambientalistas, llegando a paralizar grandes fondos para la preservación de la selva tropical.

Parece inaudito que el futuro del planeta se vea frenado por las miras reducidas de los gobernantes que solo velan por sus intereses sin involucrarse en el problema y ser parte de la solución.

Levantemos la voz para que esta ayuda realmente se concrete y sea un llamado para que todos dejen a un lado sus rencillas y apuesten por salvar al pulmón del mundo. Comparte esta noticia.

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