Cumplen el mayor sueño de Gigi, la hija fallecida de Kobe Bryant, en un emotivo homenaje

La hija de Kobe Bryant, Gianna, de 13 años, deseaba con todas sus fuerzas que algún día pudiera jugar en el prestigioso equipo de baloncesto femenino de la Universidad de Connecticut (UConn), los Huskies.

Una afición que compartía con su padre, y que de hecho fueron muchas veces juntos a apoyarlas desde el graderío.

Ahora tras su trágica muerte, la Universidad de Conencticut ha decidido rendirle el más emotivo homenaje la noche de ayer, con un detalle que sin duda la pequeña Gianna habrá visto desde el Cielo, y se habrá llenado de regocijo junto a su padre.

Colocaron una camiseta especial de los Huskies en un banco vacío, que tenía el número 2 estampado, era el que usaba Gianna, junto a un ramo de flores.

El homenaje tuvo lugar durante un partido, en el que UConn jugó contra el equipo nacional femenino de Estados Unidos, en el XL Center.

Los Huskies reservaron un asiento especial para la niña fallecida de 13 años, donde se podía apreciar su camiseta con el número 2 y el ramo de rosas blancas y margaritas atadas con un lazo azul.

Además, guardaron un momento de silencio de 24 segundos en honor al número 24, de Kobe Bryant, que la NBA lo retirará para honrar la memoria de la leyenda del baloncesto.

UConn usó el apodo deportivo de Gianna, «Mambacita», en su homenaje, ya que era como su padre la solía llamar, debido a su afinidad natural por el baloncesto, y que hacía referencia al apodo de Kobe, el «Black Mamba».

«Mambacita es para siempre un Husky», escribieron en la cuenta del equipo,  junto a la emotiva imagen del homenaje.

El equipo de baloncesto expresó su dolor el domingo después de la devastadora noticia de la trágica partida de la estrella del baloncesto y su hija, con la que compartía su pasión por el deporte.

«Significaron mucho para nuestro programa», dijeron en un comunicado.

Gianna, conocida cariñosamente como Gigi, estaba tan decidida a ser una Husky que su padre había declarado que la única ambición de su hija era ir a estudiar a la UConn.

Geno Auriemma, entrenador de la UConn, por su parte, recordó la primera vez que Gigi visitó el campus:

«Cuando vino aquí, si hubiera podido quedarse, creo que se habría quedado. Podías ver la mirada en sus ojos. Ella estaba muy emocionada. Eso es lo que ella aspiraba a ser».

La adolescente, llena de vida, proyectos e ilusiones, tuvo que despedirse dramáticamente de sus sueños tras el accidente en helicóptero que acabó con su vida, la de su padre y la de 7 víctimas más.

Su madre Vanessa, junto a sus hermanas Natalia, Bianca y la pequeñita Capri, lloran su partida y tratan de aprender a asumir su vida tras habérseles arrebatado un gran trozo de su corazón, del que difícilmente se recuperarán.

Pero este homenaje es como un aliento para sus corazones, al saber que seguramente lo habrá disfrutado como nadie desde allá arriba. Todos nuestros pensamientos están con ellas. ¡Comparte esta noticia!

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