Una tragedia deja sin casa al médico que se separó de su familia para luchar contra el COVID-19

El rostro del Dr. Jared Burks se ha hecho viral en las últimas semanas después de que una foto saludando a su pequeño hijo Zeke, sin poder abrazarlo por temor al coronavirus, recorriera el mundo. Este hombre es sólo uno más de los miles de profesionales que en estos momentos de pandemia no pueden estar al lado de sus familias.

En la fotografía se observa al amoroso padre saludando a Zeke desde el otro lado del cristal, mientras contiene sus ganas de abrazarlo, pues hacerlo podría significar contagiarlo del virus mortal.

Alyssa, esposa de Burks, publicó la imagen en su Facebook la semana pasada y esta alcanzó más de 50.000 interacciones pero esta mujer ha vuelto a recurrir a las redes con una noticia bastante amarga.

Ella y su esposo han quedado a la deriva después de que el tornado que arrasó el sábado Jonesboro se llevara su vivienda.

La mujer informó sobre la situación el pasado domingo 29 de marzo.

“Todos estamos a salvo. Nuestra casa se fue. Jared estaba adentro, pero sobrevivió por la gracia de Dios.

Zeke y yo estábamos en la casa de mi madre. Por favor, oren por nosotros mientras comenzamos a recoger las piezas”, dijo Alyssa.

El profesional sanitario de la imagen que cautivó a más de uno ahora necesita la colaboración de todo aquel que pudiese sensibilizarse con la situación de su familia, así que han creado una campaña de GoFundMe.

«Necesitarán ayuda para empezar de nuevo y poder encontrar otro lugar donde vivir, recolectar sus artículos, reconstruir todo mientras Jared está trabajando y luchando por aquellos cuya salud puede verse comprometida», se lee en la campaña.

El Dr. Burks cumple guardias rotativas en el hospital local y esto incluye el área de emergencia, por esa razón decidió que debía guardar cuarentena apartado del contacto de su esposa y su pequeño para no exponerlo.

En la imagen que conmovió a todos, Zeke tenía más de dos semanas sin ver a su papá y para sorpresa del profesional, su pequeño lo recibió con una demostración de su gateo.

“¡Mira a quién finalmente pudimos ver hoy! No voy a negar que lloré como un bebé cuando se fue para volver a trabajar.

Tan pronto como vio a su padre, corrió hacia la puerta. Se acercó al cristal porque creo que quería que lo abrazara, así que fue triste, lindo, pero fue realmente desgarrador porque es difícil”, dijo Alyssa.

El clima severo ha complicado aún más la situación de esta familia que no sólo debe lidiar con la separación y la histeria del coronavirus, sino con un nuevo factor: el sentirse desprotegidos ante la pérdida de su casa. Te invitamos a sumarte por esta merecida causa y retribuirle a este médico un poco del sacrificio que ha hecho por los demás con un pequeño aporte.

Comparte esta historia y ayúdanos a multiplicar las bendiciones y donaciones para esta familia. Que en los tiempos difíciles no nos falte la generosidad.

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