Estamos siguiendo con mucha atención el caso de Charlie Gard, porque este pequeño valiente nos robó el corazón. Él está luchando por su vida mientras sus padres quieren intentarlo todo con el apoyo de miles de personas y los médicos del Hospital Great Ormond Street han insistido en desconectarlo de su soporte vital.
Ha sido un largo camino, la decisión final quedó en manos de un juez que dictaminó que el pequeño Charlie no podría salir del centro hospitalario a recibir el tratamiento experimental para el que sus padres recaudaron más de un millón de dólares.
En medio del dolor, parecía que no había esperanzas, sus padres suplicaron unos días más para poder darle el último adiós a su pequeño junto a todos sus seres queridos.
El Papa Francisco y representantes de El Vaticano se pronunciaron al respecto, le ofrecieron su centro hospitalario para tratar a Charlie y manifestaron su apoyo a sus padres.
Incluso el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió en twitter su disposición para recibir a Charlie en su país y someterlo a un tratamiento experimental para su enfermedad genética.
Hoy se llevó a cabo otro juicio en el Tribunal de Estrasburgo, donde avalaron la desconexión de Charlie sin el consentimiento de sus padres.
La madre de Charlie aseguró que gracias al apoyo que ha recibido y la mediación del Papa Francisco y del Presidente Donald Trump ahora su hijo tiene una esperanza de sobrevivir.
Charlie tiene una enfermedad genética incurable llamada síndrome de agotamiento mitocondrial, no puede moverse ni tampoco respirar sin ayuda.
Recientemente, dos hospitales internacionales se comunicaron en el hospital británico donde está Charlie, para ofrecerles evidencias nuevas sobre tratamientos experimentales para él. Centros de salud y sus investigadores contactaron con el hospital desde el Reino Unido, España, Italia y Estados Unidos.
El hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, pidió una vista al Tribunal Supremo de Londres el día de hoy donde tomarían la decisión definitiva sobre Charlie, quien desde octubre del año pasado está en estado vegetativo.
Finalmente el Tribunal autorizó a que Charlie pueda ser sometido al tratamiento alternativo que ofrece el hospital pediátrico del Vaticano, según el deseo de los padres Chris Gard, y Connie Yates.
Ellos aseguran que todo cambió cuando el Papa Francisco y Donald Trump se pronunciaron en defensa del derecho a la vida del bebé.
El papá de Charlie, aseguró que viajarán a América y “Si en la primera semana de tratamiento empieza a sufrir o siente dolor, lo dejaremos ir. Esto no es por nosotros, es por Charlie y la oportunidad que se merece”.
Charlie era un bebé normal, pero al cumplir un mes, sus padres notaron que no evolucionaba normalmente, heredó una alteración en el gen RRM2B que solamente se ha producido en 16 pacientes en todo el mundo.
Los padres de Charlie aseguran que no se ha comprobado el daño cerebral irreversible que padece su bebé, que permanece inmóvil y conectado al respirador que lo mantiene con vida.
A pesar de su ardua lucha, la madre del pequeño reconoció que el hospital donde han atendido a Charlie hasta ahora ha hecho grandes cosas. Explicó que todos los pacientes pediátricos que están ahí reciben un tratamiento y que su hijo también merece esa oportunidad.
Las oportunidades de vida de Charlie ascienden a 10 por ciento en caso de someterse a los tratamientos experimentales que le han ofrecido, de todos modos no se ha comprobado la esperanza de vida del pequeño.
BBC
Aplaudimos el esfuerzo de los padres de Charlie que con esperanza quieren luchar e intentarlo todo para salvar la vida de su pequeño hijo que desde tan temprana edad ha tenido que librar una batalla tan dura.
¡Misión cumplida! Se logró alzar la voz hasta que el tribunal respetará el derecho a la vida de Charlie, y eso jamás será en vano. Este pequeñito hizo posible un cambio muy importante en el mundo.