Hay personas que, tras soportar una vida de injusticias y decepciones, deciden refugiarse en el mundo de la fantasía. Allí todo está bien, no hay prejuicios y cada quien puede ser lo que siempre soñó, sin importar su físico, raza, estatus social o nacionalidad. No obstante, crearse un personaje ficticio y vivir a través de él no solo requiere una gran inversión de tiempo, también de miles de dólares.
Sobre este tema, Luis Padrón, de Argentina, tiene mucho que decir. Este joven ha gastado más de 34.000 dólares para parecerse en un elfo de la vida real, una obsesión que comenzó en la escuela, donde fue constantemente humillado por el resto de sus compañeros.
Hoy con 25 años, Luis recuerda esos días terriblemente difíciles en los que fue víctima del bullying cuando era un niño. Fue entonces cuando los elfos, las hadas y los ángeles llegaron para salvarle la vida, brindándole una efectiva salida de escape para huir de la dura realidad del día a día.
Fue así como Luis se propuso firmemente a lucir como sus personajes favoritos de ficción, tomando como inspiración varias películas que lo marcaron en su niñez, entre ellas Dentro del laberinto y La historia interminable.
Para verse lo más parecido posible a un elfo, su criatura predilecta, Luis comenzó a decolorarse el cabello y a blanquear su piel. Actualmente, gasta aproximadamente 5.000 dólares al mes para cubrir su necesidad de aplicarse cremas, tintes, tratamientos y bloqueador solar de SPF100.
«Comencé con el cosplay, pero no era suficiente, yo quería cambiar para convertirme en mi propio concepto de belleza», explica Luis. Así, a la edad de 14 años decidió que se sometería a cuantas cirugías plásticas fueran necesarias para parecerse a un elfo, aunque tuvo que esperar 6 años más para entrar al quirófano por primera vez.
«Fue ese comienzo el que me llevó a comprender que esta era la dirección que quería tomar en mi vida. La recuperación fue muy lenta y dolorosa, pero quedé muy contento con el resultado».
«Me considero a mí mismo como un trans-especie, del mismo modo en que lo sienten las personas transgénero. Necesito convertirme en eso que soy por dentro y no espero que la gente lo entienda, solo pido que me respeten».
En su búsqueda implacable por alcanzar la perfección, Luis se ha realizado más de 40 rellenos faciales, se ha removido todo el vello del cuerpo, se ha aplicado tratamiento láser para blanquear la piel y eliminar cualquier rastro de molestas pecas y, por supuesto, mucho botox.
Además, Luis se ha sometido a un tratamiento (aún no aprobado por la sociedad médica) para cambiar el color de sus ojos, de color miel a azul claro. Este procedimiento le ha generado unos dolorosos efectos secundarios:
«Fue sin anestesia y dolió muchísimo. A partir de ahora debo usar gafas de sol sumamente oscuras… Básicamente, me he convertido en un vampiro con una fotosensibilidad muy extrema. No sé cómo esto pueda afectar mi visión en el futuro».
Según este joven aspirante a elfo, todo esto lo ha hecho sentir una mejor persona y se siente muy feliz porque, según explica, convertirse en su criatura de fantasía favorita es mucho más que una obsesión: es un estilo de vida. «La realidad es muy cruel, pero en la fantasía siempre tienes mucha esperanza, amor, amistad y buenos sentimientos».
Hasta la fecha, Luis se ha sometido a los siguientes procedimientos: depilación láser de todo completa, liposucción de la papada, blanqueamiento de la piel, rinoplastia, botox, inyecciones de ácido hialurónico, 40 rellenos faciales y 5 cirugías para el cambio del color de ojos. Pero a este elfo aún le queda mucho camino por recorrer.
Luis afirma que todavía le falta someterse a una cirugía para rebajar la manzana de Adam, quitarse 4 costillas, realizarse otra rinoplastia, colocarse implante de cabello para que caiga sobre la frente en forma de corazón, 4 cirugías más para cambiar el color de ojos, afinarse la línea de la mandíbula, entre muchas, muchas otras operaciones.
Actualmente, Luis es parte del reality show The Plastics of Hollywood, el cual comenzó como una peculiar agencia de modelaje, donde figuran muñecos vivientes, imitadores profesionales de artistas, entre otros grandes aficionados al bisturí como Jennifer Pamplona, de quien puedes recordar su historia haciendo clic aquí.
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