Este lunes, decenas de periodistas esperaban al pie del Hospital Lindo Wing, de St Mary, con muchas ganas de al nuevo quinto sucesor al trono, el nuevo príncipe de los duques de Cambridge.
Y cientos de aficionados a la corona esperaban también en la espera de ver por primera vez al pequeño, que todavía no tiene nombre.
Afortundamente, sus súplicas no se hicieron esperar. No sólo querían ver al recién nacido, esperaban también ver a la madre, de la que tanto se habló durante su embarazo, al punto de que muchos temieron por el estado del bebé debido a su precario estado de salud.
Y llegó el esperado momento; sus orgullosos padres, el duque y la duquesa de Cambridge, William y Kate, salieron con su nuevo bebé, tan solo unas horas después de que la duquesa hubiera dado a un bebé completamente sano y adorable, un bebé que pesó 3,94 kilos…. ¡Totalmente adorable!
Y así sin más, apareció la madre por tercera vez, con un vestido rojo con cuello blanco, tacones de color nude y con sus perfectos rizos castaños, lo que se esperaría de una duquesa en una de sus múltiples apariciones en público, pero lo que jamás se esperaría de una mujer que acababa de dar a luz.
Como era de esperarse, rápidamente las imágenes de Kate recién dada a luz corrieron como la pólvora en las redes sociales; y muchas mujeres no podían creer que haya estado nada más que 7 horas en el hospital y ya aparecía con el bebé en brazos, perfecto… ¡Y ella, más perfecta aún!
Pero enseguida el humor se apoderó de las redes sociales y cientos de madres «indignadas» con la envidiable apariencia de Kate,no dejaron de compartir «imágenes de la vida real»… Sus propias fotografías de ellas después de dar a luz… ¡Con las que lógicamente hay kilómetros de diferencia!
La usuaria de Instagram @Ruth Annie Parnell decidió publicar en su cuenta:
«Expectativa vs Realidad».