La presa sombra de Ana Julia Quezada no soporta más la presión mediática y renuncia a vigilarla

Ana Julia Quezada, la asesina confesa del pequeño Gabriel Cruz, lleva menos de 2 semanas recluída en el Centro Penitenciario de Almería «El Acebuche» y su estadía acaba de dar un giro completo.

Desde que llegó, se extremaron las medidas de seguridad y tuvo una presa sombra a su lado todo el tiempo, la misma que se encargaba de protegerla de las demás reclusas, así como de una posible amenaza de suicidio.

Pero esa situación ha cambiado drásticamente; de estar vigilada y acompañada las 24 horas del día por su «ángel guardián», ha pasado a que esta dimita.

La presa sombra era una mujer argentina condenada por haber matado a su propio marido, y ha comunicado a las autoridades del centro que renuncia a seguir vigilándola, que ya no estará más a su lado, puesto que no soporta más el acoso mediático, después de que su identidad y su historia fuera publicada en un medio.

Las autoridades del Centro Penitenciario no han podido dar crédito a esta anómala situación.

La asesina confesa de Gabriel Quezada había dormido y comido durante una semana junto a la presa sombra, cuyo pasado es igual de gris.

De modo que para que no se repita la historia, desde «El Acebuche», han tomado la salomónica decisión que Ana Julia Quezada permanezca vigilada por distintas presas en turnos rotatorios y así pase cada noche con una presa diferente.

El abogado de Ana Julia, por su parte, ha sostenido que «seguirán con las medidas del protocolo que se establecen en estos casos, con el debido resguardo de la seguridad de la asesina confesa, con el fin de evitar cualquier amenaza de suicidio».

Y así continuará sus días en prisión: totalmente recluída, extremando las medidas de seguridad para evitar daños a su integridad, mientras permanece bajo tratamiento psiquiátrico tomando ansiolíticos y antidepresivos. Pero las autoridades esperan que cuando se regularice su situación, será tratada como el resto de las reclusas, haciendo vida normal en el Centro Penitenciario.

Desde que la dominicana llegara a la prisión el pasado 15 de marzo, el ambiente entre las reclusas se había tensado a causa de la presión mediática. Al punto de que Quezada fue recibida por las reclusas con «pescaditos» alusivos al atroz crimen por el cual ingresaba en prisión.

Fue por esto que las autoridades y el abogado Esteban Hernández Thiel, temieron por la vida y la seguridad de Ana Julia, decidiendo extremar las medidas de seguridad.

Ana Julia Quezada ingresó en el centro penitenciario por orden del juez Rafael Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, que sigue la causa contra ella, después de haber decretado prisión provisional y sin fianza para en calidad de presunta autora de delitos de asesinato, detención ilegal y atentado contra la integridad moral.

TC

Muchos son los que cuestionan el tratamiento especial que está recibiendo la asesina del pequeño Gabriel, con la excusa de evitar un intento de suicidio.

¿Qué piensas del tratamiento que está recibiendo Ana Julia Quezada en el Centro Penitenciario? ¿Conisderas necesario que tenga que seguir con una presa a su lado las 24 horas del día? Déjano saber tu opinión y compártela en tus redes.

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