Construyen una casa para el abuelo sin hogar que humillaron dándole comida de perro

José Adán Barrera Mendez de Campeche, conocido en su comunidad como Don José, es un hombre sin hogar que fue víctima de la humillación de quienes le ofrecieron alimento para perros cuando pidió algo para comer, su caso no tardó en hacerse viral.

En las redes, centenares de usuarios condenaron la acción de quienes pretendieron hacerlo sentir inferior ignorando la dura realidad a la que se enfrenta día a día sin tener un techo bajo el cual protegerse, sobre todo desde que la pandemia desató la grave crisis sanitaria y económica que sufre México y otros países del mundo.

Pero a pesar de que recibió un trato cruel, un grupo de personas se ha movilizado para ofrecerle la ayuda que necesita, incluso le construyeron una vivienda.

El abuelo que cautivó el corazón de su país, México, ha recibido donaciones de ropa y alimentos, también la ayuda de un grupo de jóvenes que propusieron solucionar su situación de calle.

Aunque propusieron rentarle una habitación, Don José se negó a irse del pequeño terreno con el que contaba.

Aseguró que solamente en ese lugar podría ser feliz, así que ellos tomaron la decisión de construirle una casa de madera en ese sitio para que no tuviera que trasladarse.

Mientras construían la vivienda, Don José fue acogido en los hogares de los jóvenes que lo ayudaron para que recibiera la atención necesaria, garantizaban su higiene, alimentación y le cortaron el cabello.

Cada vez se sumaban más personas para ayudarlo, incluso desde California, Estados Unidos recibió regalos como zapatillas deportivas, un colchón nuevo, productos de limpieza y de higiene personal.

También le ofrecieron el servicio de una pedicura para atender sus maltratados pies.

En las imágenes se puede ver a Don José descansando, comiendo y compartiendo con aquellos que se sensibilizaron con su dura situación.

Ha pasado menos de un mes desde la amarga experiencia que tuvo que enfrentar pero que le dio la oportunidad de conocer a seres maravillosos que le tendieron una mano amiga.

Ahora Don José puede estrenar su casa de color azul, tal como él la pidió. En el interior de la sencilla vivienda hay una cama y un baño, según lo que él comentó eso era lo único que requería.

“Y este fue el resultado de la obra que pone Dios en el corazón de las personas dispuestas a ayudar”, dijo el usuario de Twitter que compartió a historia.

Los gestos como este nos hacen recuperar la esperanza en la humanidad, sobre todo en estos tiempos de pandemia en los que necesitamos más solidaridad que nunca. Comparte el desenlace de la historia de Don José.

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