Cuando una pareja decide casarse comienzan largos meses para planear la boda perfecta. Decisiones como el lugar, la comida, el vestido y las invitaciones pueden volverse un dolor de cabeza para cualquier novia pero hay un pequeño detalle muy importante que la mayoría suele olvidar en lo que debería ser el día más feliz de sus vidas.
Parece que el truco solo funciona bien si se hace con una bolsa de Ikea.
Casi todos los vestidos de novia suelen tener grandes colas o muy exuberantes caídas que lucen hermosos mientras la novia camina al altar pero se pueden convertir en una pesadilla cuando se quiere realizar una tarea tan sencilla como ir al baño.
La autora del truco recomienda darle la bolsa a la dama de honor para que la tenga en un lugar seguro.
Después del brindis y los primeros tragos la novia sentirá la necesidad de ir al baño y puede que necesite de un par de ayudantes que sostengan su vestido para que ella logre sentarse.
“Estaba muy preocupada por tener que ir al baño y simplemente no poder hacerlo yo sola. ¿Ir con alguien que sostenga mi vestido y me vean en el baño en el día de mi boda? ¿No poder usar mis propias manos para alcanzar el papel toilet? Me niego”.
Una mujer decidió compartir su experiencia tan sólo unas semanas después de su boda. Tina no quería que nada acabara con su alegría en el día de su casamiento así que se las ingenió con una práctica solución que le permitió ir al baño de una manera muy fácil.
“Mi ayudante para ir al baño en mi vestido de novia me costó tan sólo 0.50 dólares y lo hice un día antes de mi boda en 3 minutos”.
Para realizar este ingenioso truco sólo se necesitan un par de cosas que la mayoría tiene en su casa: una bolsa de Ikea y unas tijeras. Se corta el fondo de la bolsa y luego queda con el espacio suficiente para sostener el vestido.
La mujer que inventó el truco se conoce en las redes como Tina.
Para utilizarlo la novia se pone de pie encima del agujero del fondo que recortó en la bolsa y luego la sube y la sostiene cómodamente en sus hombros.
“Lo que más me gustó es que fue casi gratis y me ayudó muchísimo en el día de mi boda”.
El sencillo truco no tardó en volverse todo un éxito en las redes sociales y ahora miles de personas lo comparten y celebran lo fácil que es para solucionar un problema tan común con la mayoría de los vestidos de novia.
¿Usarías este truco el día de tu boda? Comparte esta gran idea que podría ayudar a tantas mujeres a ser aún más felices el día de su casamiento.