Su bebé de 18 meses fallece en el hospital pero se niegan a sepultarlo asegurando que está vivo

Antonio Jesús Martínez, de 18 meses, llamado «hijo del sol» en su comunidad por haber nacido con la condición de albinismo, presentó un cuadro de diarrea y fiebre, sus síntomas empeoraban cada vez más y sus padres lo trasladaron el hospital el pasado domingo 17 de febrero donde su estado de salud empeoró en solo horas.

“Tenía diarrea, y mucho cansancio que se notaba en el pecho”, comentó María Anabel López, la madre del bebé que estaba débil y con dificultades para respirar.

Después de ser atendido en emergencias los médicos confirmaron su fallecimiento por deshidratación, su familia, devastada por la trágica noticia, procedió a preparar todo para darle el último adiós.

Pero justo cuando iban a sepultarlo aseguraron que el pequeño había revivido, abrieron el ataúd y comenzaron a tocar el cuerpo diciendo que el niño estaba vivo.

“Cuando lo estábamos enterrando revivió”, dijo María Baquiz, la abuela del niño que ofreció declaraciones ante los medios de comunicación.

La familia, de Tegucigalpa, Honduras, permaneció junto al féretro de Antonio y como un ritual, cada día lo levantaron para darle un poco de agua y así mantenerlo hidratado.

Se negaron a abandonar el cuerpo y darle sepultura porque alegaban que estaba vivo, que en reiteradas oportunidades había mostrado signos vitales.

Además, comentaron que había tenido signos de intervención divina, como por ejemplo la aparición de la forma de un ángel en uno de sus brazos y en su espalda.

Juan Ramón Quiroz, pastor religioso de la comunidad, comentó que el niño es un instrumento de Dios y relató cómo apareció sobre él un signo divino.

“Veía una corona en el aire sobre el niño”, comentó.

Aunque habían transcurrido varios días desde el fallecimiento del pequeño sus familiares, vecinos y amigos permanecieron alrededor de su ataúd con la esperanza de que resucitara.

Presumen que sufrió un cuadro de catalepsia, a pesar de que se mantienen firmes en su hipótesis de que el niño ha revivido varias veces, dos médicos han visitado el lugar para comprobar el estado del menor y confirmaron su fallecimiento.

El día de ayer se presentó en la humilde vivienda en la que yacía el cuerpo del pequeño la Dirección Policial de Investigación, se produjo un enfrentamiento entre los agentes y los miembros de la comunidad campesina donde reside la familia del menor quienes se oponían a que hicieran el levantamiento del cuerpo.

Pero finalmente, los agentes trasladaron el cuerpo del menor al cementerio donde le dieron sepultura.

RT / Univisión / LP

Los familiares del niño mantuvieron durante seis días expuesto el cuerpo dándole agua para hidratarlo y atentos a cualquier signo de que está con vida. La abuela del menor asegura que el cuerpo «se ha puesto blandito» en lugar de tener la rigidez típica tras el fallecimiento.

El caso ha causado revuelo en las redes sociales, muchos cuestionan la reacción de esta familia argumentando que posiblemente estén en un estado de negación ante la pérdida del pequeño y se rehusaron a despedirse de él.

Comparte este estremecedor caso que ha dado mucho de qué hablar por la inusual práctica de la familia.

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