Los médicos pensaron que jamás volvería a caminar, pero ha vencido todos los pronósticos

Seattle Lennox, una niña de 9 años de Kelowna, Columbia Británica, en Canadá, ha sorprendido a todos, especialmente a los médicos, desafiando sus pronósticos tras quedar paralizada después de sufrir una lesión en la médula espinal cuando apenas tenía 15 meses de edad.

La disciplina, constancia y ganas de vivir que ha demostrado esta pequeña, pero gran guerrera es un ejemplo para el mundo. Ella ha logrado superar los obstáculos para alcanzar lo que muchos creyeron imposible… ¡Caminar!

Sorprendentemente, Seattle logró levantarse de su silla de ruedas no sólo para caminar, sino para correr, escalar, nadar, saltar y bailar al ritmo que ella le impone a su vida.

Cuando tenía un poco menos de un año y medio Seattle sufrió un resfriado que resultó en una Transverse Myelitis (TM), una inflamación de ambos lados de una sección de la médula espinal que interrumpe los mensajes que son enviados al resto del cuerpo.

Aunque esta afección puede desarrollarse en cualquier momento no es común que suceda en niños.

Los médicos les informaron a sus padres que en el mejor de los casos la bebé se vería afectada con parálisis de cerebro, pero realmente no creían que sobreviviría a esta severa lesión.

Gracias a años de terapia, constancia y dedicación, Seattle ha podido levantarse de la silla e incluso se ha forzado a sí misma al realizar actividades junto a sus hermanos.

Esta pequeña sufre de fatiga paralizante que normalmente le afecta mientras está en la escuela, incluso la dejan dormir en el escritorio.

También padece de debilidad muscular. Sin embargo, ella no deja de luchar incansablemente, hasta el punto en que sus piernas dejan de funcionar físicamente.

Lindsay, su madre comentó que los médicos no dejan de sorprenderse por los avances de su hija.

Los doctores todavía se asombran cada vez que la ven. No pueden creerlo».

Añade que Seattle ve a sus hermanos y amigos haciendo ciertas actividades y ella se motiva hacerlas, sin importar que tan bien las pueda hacer.

Ella está dispuesta a probar cualquier cosa, es una niña muy determinada. Así es como ella ha podido superarse».

Los doctores pensaron que ella iba a morir o a quedar completamente paralizada por el resto de su vida.

Correr realmente le da impulso».

En verano su familia va a nadar todos los días y ella lo hace durante horas y horas, ¡es la mejor!

Ella intenta siempre mantener una actitud positiva, incluso durante sus tratamientos médicos. Siempre deslumbra con su hermosa sonrisa.

Es un ejemplo de vida y de superación, su madre cuenta que después de someterse a una cirugía de reconstrucción del pie en septiembre, se suponía que debía guardar dos meses de reposo, pero ella hizo todo por regresar a la escuela un mes antes.

Otras familias me han escrito para agradecer el hecho que haber contado nuestra historia, ya que le ha servido de inspiración. Tenemos amigos con Transverse Myelitis en todo el mundo».

Los compañeros de Seattle junto con una familia de apoyo han sido de gran apoyo, siempre la han alentado y ayudado en todo lo que pueden.

Aunque ella cuenta con el cariño de los otros niños y nunca ha lidiado con la intimidación, a veces se siente enojada porque su cuerpo se cansa mientras sus amigos están jugando y ella debe parar.

Su madre comenta que el frío puede provocar en ella una recaída, haciéndole perder nuevamente sus habilidades para caminar e incluso puede padecer de Esclerosis Múltiple.

Constantemente tratamos de asegurarnos de que no se enferme y mantenerla resguardada en casa durante la temporada de gripe».

Gabrielle deFiebre directora de investigación y educación de la Asociación de Mielitis Transversal dijo que aún no se ha identificado una causa específica del padecimiento de la niña.

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No se conocen factores de riesgo determinantes o causas que predispongan a alguien a padecer Transverse Myelitis».

Los efectos de esta enfermedad incluyen debilidad motora residual, cambios sensoriales y problemas de vejiga e intestinos.

Comparte la historia de Seattle, una pequeña, pero «gran» guerrea de la vida.

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