Se baja de un taxi sin percatarse de que dejó a su nieta de 4 años durmiendo en el vehículo

La alegría y energía de un niño pocas veces puede pasar desapercibida. Pero, al parecer, algunas personas distraídas pueden llegar al extremo de olvidarse de un indefenso niño en los lugares menos esperados, como le ocurrió hace unos días a un conductor de taxi brasileño.

El conductor de esta historia ha vivido miles de experiencias en la carretera con los muchos pasajeros a los que ha llevado a innumerables destinos. No obstante, jamás pensó que se encontraría con una insólita “sorpresa” que le dejo una distraída pasajera.

Fue la noche del pasado 15 de agosto cuando el conductor de este increíble hecho, Alex Lins, se dirigió a la localidad de João Pessoa para hacer un servicio a una mujer mayor que viajaba en compañía de sus nietos.

Al llegar a su destino, la abuela salió del auto con los niños, tomó su bolso y se aseguró de llevar consigo sus otras pertenencias; sin percatarse de que su nieta pequeña de solo 4 años de edad se había quedado dentro del vehículo.

La pequeña estaba tan profundamente dormida que el taxista no se percató de su presencia hasta que llegó a su casa y se dispuso a bajar sus pertenencias para continuar laborando como peluquero, su otro trabajo de media jornada.

Fue en cuanto abrió la puerta trasera del auto que se encontró con la inocente niña, de cabello rizado y vestido floreado; durmiendo sin enterarse de nada de lo que ocurría a su alrededor.

No pasaría mucho tiempo para que la distraída abuela también notara que había olvidado algo.

La abuela de la pequeña viaja constantemente y suele hacerlo siempre con el mismo conductor, por lo que al percatarse de la ausencia de la pequeña se comunicó de inmediato para poder ir a buscarla. Mientras tanto, la madre de la niña estaba en el barrio de Jaguaribe desesperada por encontrar a su hija.

“Solo quiero a mi hija, nada más. Ella tiene un problema de asma y no puede quedarse mucho tiempo en un espacio cerrado”, dijo la mujer identificada como Tainá, entre lágrimas.

La niña había salido con su abuela de paseo al barrio Gervásio Maia. De camino a casa, cuando la mujer se bajó del automóvil, le preguntó al otro miembro de la familia por la niña y recibió la información de que ella ya se había bajado del automóvil. Como la abuela no la había visto, fue a buscarla en su habitación y nadie la encontró.

Mientras la familia de la niña llegaba por ella a casa del conductor, él se aseguró de hacerla sentir cómoda para que no quedará grabada en su memoria una mala experiencia; incluso le preparó una deliciosa cena para que no pasara hambre.

Después de comer, la pequeña pudo reunirse con su familia y volver a casa, donde seguramente continuó la siesta de la que fue interrumpida.

Los casos como este nos recuerdan la importancia de estar siempre al cuidado de los niños; ellos son seres vulnerables que necesitan auxilio en todo momento.

¡Nunca los pierdas de vista!

Un segundo basta para que ocurra un incidente lamentable, debemos mantener vigilados a los niños en todo momento. Comparte esta noticia que por suerte tuvo un final feliz.

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