Gana más de 40 mil dólares al año solo dando abrazos y caricias en un empleo insólito

Los abrazos son una de las mejores formas de demostrarle nuestro afecto a una persona. Diversos son los estudios que han revelado los efectos positivos que se producen en nuestro cuerpo al momento de dar un abrazo.

Pero además de estos puntos positivos, una mujer ha descubierto que abrazar puede no solo ser algo saludable sino lucrativo.

Robin Marie, de 48 años asegura haber encontrado el mejor negocio: gana dinero por dar abrazos a desconocidos.

Robin gana alrededor de 40,000 dólares al año por pasar aproximadamente 45 horas semanales abrazando a sus clientes. El costo de sus servicios es de 80 dólares por hora y cada sesión puede extenderse entre 1 y 4 horas con un solo cliente. La vida de Robin se ha reducido a dar abrazos y acurrucar a los demás.

«Paso hasta 25 horas a la semana acurrucando a mis clientes por trabajo, luego diez horas a la semana abrazando a mi novio y unas siete horas a la semana abrazando a mi gato. Nunca me aburro de las caricias. Es muy gratificante. Hace que el cuerpo libere oxitocina, la «hormona del amor», que nos hace sentir más felices y menos estresados”, dijo Robin Marie.

La cariñosa mujer de Kansas City, Missouri, encuentra a sus clientes a través de una plataforma web llamada Cuddlist. Según ella explica, en el sitio se ofrece capacitación a los profesionales de los mimos y ayuda a conectarlos con potenciales clientes.

“El entrenamiento no se trata de diferentes posiciones de abrazos. Se trata más de aprender a establecer límites y crear un entorno que sea seguro y cómodo para todos. El primer paso es una discusión previa a la selección sobre los límites, generalmente a través de una videollamada, y luego pregunto ‘¿Cómo te gustaría abrazar?'», dijo Robin.

Esta mujer lleva 18 meses dedicándose al negocio de los abrazos y aclara que no hay nada sexual en el asunto.

La mayoría de sus clientes son personas que simplemente necesitan algo de afecto y levantan su ánimo a través de los abrazos. Estos pueden ser, de pie, sentados o acostados, según lo que acuerde con el usuario.

Sin embargo, algo clave en el negocio es que en todo momento se deje claro que la sesión se hace con ropa.

 “Tenemos un código de conducta y especifico que deben usar un mínimo de una camiseta o camiseta sin mangas y pantalones de salón. En verano, los pantalones cortos de gimnasia están bien, siempre y cuando estén por debajo de la mitad de los muslos. Los calzoncillos no son aceptables», explicó Robin.

Para hacer del negocio algo más profesional, la mujer ha alquilado un salón en Kansas City, con el fin de ofrecerles a los clientes un espacio en calma donde puedan relajarse pero en el que ella también pueda sentirse segura.

Robin confiesa que en la plataforma hay personas que ofrecen sus servicios durante la noche. Aunque ella no descarta la posibilidad de laborar en horario nocturno, Robin está consciente de que ese tipo de servicio sería bastante costoso para su clientela.

«No estaría en contra de la idea, pero tendría que ser con un cliente establecido donde hubiera confianza mutua», dijo Robin.

Los amigos y familiares de Robin Marie la apoyan en su trabajo y entiende la labor que ella realiza. La mujer también recibe el apoyo de su pareja.

Sus abrazos son solicitados por todo tipo de clientes, confiesa no hacer ningún tipo de distinción pues la llaman tanto hombres como mujeres, de diversas profesiones, edades y creencias.

Robin se siente complacida con su trabajo pues considera que con él ayuda a otras personas. En ocasiones sus clientes han tenido un mal día y la llaman para apartar una cita y poder cargar energías.

Además los beneficios físicos no sólo los reciben sus clientes, Robin sufre de fibromialogia enfermedad que le produce severos dolores musculares, así como en los ligamentos y tendones. Pero desde que se dedica a este empleo la mujer ha notado grandes mejoras.

«Tengo fibromialgia y definitivamente he notado una reducción en el dolor, una mejora en mi sueño, un aumento en la energía y una reducción general en mi estrés», expresó la abrasadora profesional.

Este curioso trabajo le ha sido especialmente rentable y beneficioso, por lo cual Robin Marie se encuentra enteramente feliz de ayudar a otros y ayudarse ella a través de un empleo divertido. La mujer planea continuar en el negocio, pues no cree que nunca se aburra de abrazar ni en su trabajo ni en su vida personal.

Comparte esta curiosa noticia y motiva a tus amigos a ser multiplicadores de abrazos.

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