Revisarán los archivos de la extraña muerte de una niña de 4 años que cuidaba Ana Julia Quezada

Según las primeras investigaciones se presume que Ana Julia Quezada, detenida por estar involucrada en la desaparición y muerte de Gabriel Cruz de 8 años actuó sola.

La mujer de 35 años fue capturada por agentes de la Guardia Civil tras ser vigilada durante varios días, se considera única autora de los hechos que han conmovido a todo el país.

Ana Julia es de origen dominicano y tenía una relación amorosa con el padre de Gabriel desde hace más de un año y medio, su pasado está bajo la lupa desde que se convirtió en la principal sospechosa de la desaparición y muerte del menor de 8 años. Ella reside en España desde hace más de 20 años.

Recientemente salió a la luz que la Policía ha revisado desde este domingo los archivos asociados a la muerte de una niña de 4 años a la que Ana Julia cuidaba en Burgos junto a su hermana de 2 años y que se consideró accidental.

De acuerdo con la información de algunos vecinos de la familia en Burgos, la niña cayó accidentalmente desde una ventana. “Aunque siempre pareció raro que hubiera podido hacerlo sola”.

En ese momento Ana no se consideró sospechosa de la muerte de la menor que fue reconocida por las autoridades como “accidental”. Las fuentes consultadas no especificaron si la niñera se encontraba en la vivienda para el momento de la muerte.

Pero ahora, después del caso de Gabriel, se encienden las alarmas para comprobar si ella pudo estar involucrada en el fallecimiento de la niña que estaba a su cargo cuando vivía en Burgos.

Desde el pasado 27 de febrero por la tarde cuando desapareció Gabriel, las declaraciones de Ana eran claves en la investigación de las autoridades ya que ella había sido la que vistió al menor ese día y se encontraba con la abuela del menor antes de que él abandonara la casa para irse a jugar con sus primos.

Había sido junto a Carmen, la abuela del niño, la última persona en haberlo visto. Cuando la interrogaron le pidieron el teléfono móvil y ella aseguró haberlo perdido, días más tarde presuntamente unos amigos suyos lo encontraron detrás de un arbusto. Pero cuando se lo volvieron a pedir, supuestamente lo volvió a extraviar, lo dejó intencionalmente en una zona sin cobertura.

Habían transcurrido cuatro días de la desaparición de Gabriel cuando ella acompañada del padre del niño halló la camiseta interior en un barranco cercano a la depuradora Las Negras.
Para algunos era muy extraño y poco probable que en una zona que había sido rastreada por centenares de personas durante cuatro días nadie haya visto la camiseta antes.

Además, la prenda de ropa permanecía seca a pesar de que habían pasado varios días de intensas lluvias en la zona.

En una entrevista le preguntaron sobre eso, pero ella aseguró que no le importaba si era raro el hallazgo porque su prioridad era encontrar a Gabriel y que encontrar la camiseta les daba una esperanza.

La detenida se mostraba conmovida por la desaparición, abrazaba con mucha emoción a su pareja sin importar la presencia de las cámaras de los medios de comunicación.

A pesar de mostrar en público que se llevaba bien con la familia de Gabriel algunas fuentes alegaron que su relación con la abuela del menor no era buena.

“Carmen no la tragaba, no le gustaba nada, y es una mujer de armas tomar, a ella no le gustaba que tuvieran tanto control sobre su hijo”.
La misma fuente comentó sobre la relación Gabriel que era extraña y distante.

Ana Julia se mudó junto a su antigua pareja a Las Negras, después de emprender un negocio que compartían rompieron la relación y al poco tiempo ella comenzó a salir con Ángel Cruz, padre de Gabriel.
Para ese entonces, vivían juntos en Puebla de Vícar, donde fue detenida el día del hoy cuando trasladaba el cuerpo del pequeño en su auto.

La pareja anterior de Ana la describió como “una mujer de caprichos caros”. Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen, una de las hipótesis que se maneja es la de un trastorno emocional que la motivó a atentar contra el niño tras sentir celos de él y de la buena relación que mantenía su pareja con Patricia Ramírez, madre de Gabriel.

Mientras que la otra hipótesis que se ha planteado es que haya secuestrado al menor para obtener un beneficio económico tras pedir un rescate. La familia pensó en ofrecer una recompensa de 10.000 euros a quien diera información sobre el paradero del niño, aunque las autoridades les advirtieron sobre el riesgo de esa propuesta que podría interferir en la investigación.

Según algunas fuentes cercanas a los familiares de Gabriel, Ana Julia era partidaria de pedir un rescate mayor. Centenares de personas se reunieron en Almería el pasado viernes bajo el lema «Todos somos Gabriel» donde con peces, emotivos mensajes y pancartas apoyaron a los padres del niño que clamaban que apareciera, instando a sus presuntos captores a soltarlo en un parque público o en un centro comercial para que él pudiera pedir ayuda.

EP

En Almería miles de personas se unieron a la convocatoria de cinco minutos de silencio tras conocer la noticia y decretaron tres días de luto.

Estaremos atentos a los avances del caso, los investigadores intentarán comprobar si tuvo implicación en la muerte de la niña que cuidaba en Burgos, y resolverán el crimen de Gabriel. Comparte esta noticia.

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