Pierde la vida a los 11 años mientras jugaba un partido un béisbol

Muchos creen que las lesiones vasculares solo pueden ocurrir en los adultos, pero existen casos de debilitamiento de los vasos sanguíneos del cerebro en un niño. Si bien es cierto que toda muerte es lamentable, la situación es más dramática cuando se trata de un pequeño que tiene la vida por delante, y justo en la celebración del día del padre.

John B. Mullins IV

John B. Mullins IV era un niño de once años de edad a quien le fascinaba jugar béisbol desde muy pequeñito. Sus padres lo llevaban a sus partidos y lo alentaban en todo momento a seguir en lo que más le gustaba, practicar su deporte.

Le encantaba todos los deportes, béisbol, baloncesto y fútbol, pero su debilidad siempre fue el béisbol, ponía todo su empeño para ser un jugador destacado y que su trabajo fuese valorado.

A John le apasionaba el béisbol

Se caracterizaba por su amabilidad, entrega y perseverancia, a pesar de su corta edad, siempre trabajó duro por ser uno de los mejores en lo que hacía.

El día del padre era una ocasión muy especial para él porque celebraría un campeonato con su progenitor, en pleno estadio de béisbol.

Con sus compañeros de equipo

El padre sabía cuánto amaba su hijo el deporte que practicaba con devoción.  Y fue justamente ese día cuando el jovencito empezó a sentirse mal en pleno campo de béisbol, y lamentablemente sufrió un aneurisma cerebral que le quitó la vida.

Fueron momentos tristes y desoladores para la familia quienes no podían creer lo que estaba ocurriendo.

“Esto fue todo en minutos, él gritó ‘mi cabeza, mi cabeza’, y le pusieron hielo en la cabeza. Luego comenzó a golpear su pecho, estaba mirando a Erica, él estaba peleando”, dijo el afectado John Mullins III.

Daba lo mejor de él en el diamante

El valiente niño a pesar de que ya se estaba sintiendo mal, seguía tratando de hacer contacto con la pelota.

La atribulada familia jamás pensó que se podría sufrir tanto. Erica, la madre de John Mullins IV, lo recuerda con amor y mucho orgullo, no olvida su hermosa sonrisa ni un minuto.

«Poder seguir hablando de él y verlo en vídeos e imágenes es lo que necesitamos para mantener viva su memoria», comentó la madre.

La familia Mullins decidió donar los órganos de su hijo para que otras personas que lo necesitaran pudieran vivir a través de él.

“No lo pensamos dos veces, va a ayudar a algunas personas, John vivirá porque les está dando el regalo de la vida a través de la donación de órganos», afirmo el noble progenitor.

Meira, la hermanita de John de nueve años, lo extraña mucho porque él era su compañero de juegos y practicaban deportes juntos.

A pesar del inmenso dolor que están pasando, han recibido mucho apoyo de las personas de la comunidad que siempre han estado consolándolos.

Si deseas apoyar a la causa de de John Mullins IV organizada por Angie Siemer Black puedes visitar la campaña de GoFundMe.

No hay nada más doloroso en la vida de cualquier persona que la pérdida de un ser querido, pero su recuerdo y el infinito amor que se le ha tenido, ayuda a seguir adelante teniéndolo siempre presente con alegría.

Comparte esta dramática historia con tus amigos, y demuéstrale a tus seres queridos cuánto los amas todos los días.

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