Padre e hijo enfermos de coronavirus pierden la vida con solo 10 horas de diferencia

Muchas familias han perdido a sus seres queridos a causa de una misma enfermedad: el coronavirus, que pese a ya haber comenzado las jornadas de vacunación en algunas partes del mundo, sigue siendo igualmente letal.

Esto fue lo que vivieron un padre y un hijo, quienes perdieron la vida a causa del COVID-19 con 10 horas de diferencia. Todo sucedió en el municipio de Erechim, en el norte de Brasil, el viernes pasado 11 de diciembre de 2020.

Erminio Luiz Menegolla, de 88 años, y su hijo Ricardo Menegolla, de 64, fueron ingresados ​​en la UCI del Hospital de Caridade de Erechim (HC).

Ricardo era ortopedista y traumatólogo del Hospital de Caridade y Unimed, pero no trabajó directamente en el afrontamiento de la enfermedad. Estaba hospitalizado desde el 26 de noviembre y falleció el viernes a la 1:40 pm.

Por su parte, su padre, Erminio, se encontraba hospitalizado desde el 01 de diciembre y falleció a las 11:55 pm. Aunque murió el 11 de diciembre, el día siguiente fue que el Ayuntamiento informó la pérdida.

Padre e hijo perdieron la vida el mismo 11 de diciembre de 2020

El legado de Ricardo fue reconocido por las autoridades tras su fallecimiento. En una nota, el Hospital de Caridade resaltó la importancia del trabajo desarrollado por el ejemplar profesional.

“Fue un excelente profesional. En todos sus años de dedicación a la medicina, se encargó de transformar innumerables vidas”, comunicó el Hospital.

También los amigos de los fallecidos se pronunciaron tras las fatales pérdidas. Un amigo de Ricardo, desde hace más de 15 años, el retirado del ejército Marco Antônio Geib, de 73 años, lo describe como un buen hombre y admirado por todos.

«Era una persona fabulosa. Nunca lo vi triste, nunca lo vi enojado. Era una persona admirada por todos. Estaba involucrado en las actividades de la comunidad. Era un muy buen tipo», dijo el hombre.

En cuanto a la relación de Ricardo con su padre Erminio, Marco destaca el cariño con el que le cuidó toda su vida.

“Trató a su padre de una forma impresionante. Su edad aumentó y no pasó un día sin ver a su padre, sin ayudar, sin estar ahí preocupado. Nosotros creemos que él fue quien se llevó a su padre, y no la enfermedad, el mismo día”, señaló el señor Marco.

Existen vínculos tan cercanos entre padres e hijos que, sencillamente, es imposible concebir la vida del uno sin el otro. Es este profundo amor lo que explica que incluso después de fallecer busquen estar juntos.

Cuidemos de todos nuestros seres queridos en medio de la pandemia y nunca salgas de casa sin hacerle saber a tu familia lo mucho que la amas. Comparte.

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