«Me aburre estar casada con el señor perfecto, quiero que me sea infiel»

¿Qué mujer no sueña con tener a su lado el hombre perfecto? Trabajador, honrado, servicial, que ayude en las cosas de la casa, sincero, fiel… Pues eso, que para muchas parece algo idílico, para la afortunada de Clare O’reilly al parecer se ha convertido en un verdadero problema.

La escritora de 40 años, originaria de Plymouth, se casó con Jon, de 46 años, hace 13 años y llevan 17 años juntos. Tienen 3 hermosos hijos: Eddie, de 15; Sammy, de 10; y Annie, de 8.

Todo no podía ser mejor, pero Jon es un hombre intachable, «sin errores», por lo que a Clare tanta perfección la aburrió.

En una reciente entrevista se sinceró y confesó estar cansada del hombre ideal. Ha llegado a decir que incluso preferiría que le fuera infiel.

Refiriéndose a cuando recién salían por el año 2002, dijo que debió haber intuido «la fibra moral perfecta de mi marido”.

“Llamé al trabajo para reportarme enferma, con la intención de sorprenderlo mientras trabajaba desde casa. Sin embargo, cuando aparecí con la idea de tener un romántico almuerzo, él se negó a abandonar sus responsabilidades a pesar de que se suponía que estábamos en los primeros momentos de amor”, asegura la mujer.

Más tarde entendió que estaba casada con «Señor Perfecto», y no había nada que hacer, ni nada que pudiera cambiarlo. «Su ridícula brújula moral ha llegado a ser un hueso de la discordia. En pocas palabras, estoy aburrida de estar casada con un parangón de virtudes», reconoce Clare.

“Busco la manera de salir con mis amigos y si es necesario decir unas cuantas mentiras para quedarme en casa, Jon no es así, para él están primero sus valores, sus responsabilidad, a veces quisiera que mienta, que engañe, que hable mal de las personas, pero no es así”.

Pero lo más increíble de todo es que siguen juntos, y la periodista cree que se debe a que diversos estudios demuestran aquello de que polos opuesto se atraen. En ocasiones, su obsesión por la honradez le ha llevado por ejemplo a prescindir de un reclamo al seguro de más de 7.000 euros, porque no resultaron heridos de gravedad. A Jon le parecía deshonesto.

Clare, por el contrario, reconoce ser la reina de las improvisaciones, de hacerlo todo a última hora, de cambiar constantemente de amigos. Mientras que Jon tiene sus mismos amigos de la infancia, todo lo planifica, es un hombre puntual, jamás estafaría a nadie.

«Pero no es solo su decencia general lo que es difícil de asimilar. Él es mejor cónyuge que yo. Si le contaba el viernes que pasaba el sábado relajándome en un spa, probablemente me dejaría allí para que no tuviera que conducir, luego él llevaría a los niños a sus clubes antes de asegurarse de que la casa estuviera ordenada», cuenta Clare.

«Él es desinteresado en la misma medida en que yo soy egoísta, lo que según la investigación, a veces puede funcionar», asegura.

«La peor parte es que estoy constantemente alrededor de un nivel de virtud que es completamente inalcanzable en mi propia vida. Al no hacer absolutamente nada más que ser él mismo, Jon constantemente me hace ver dónde me estoy quedando corta y en qué estoy haciendo mal sin tanto hablar. Es exasperante», concluye.

Pero después de todo reconoce que finalmente Jon es el “gran amor de su vida” y que aunque las diferencias entre ellos sean enormes, no puede siquiera imaginar su vida sin él.

¿Y tú tienes también a un Señor Perfecto en tu vida?¿Qué opinas de las declaraciones de esta mujer? ¡Compártelas!

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