Desalojan a la familia de una niña de 4 años que depende de la electricidad para vivir

María Antonella es una pequeña de 4 años y medio que nació con una severa malformación cerebral y su vida depende de cuidados especiales. Es electro-dependiente.

Los órganos de María Antonella no lograron desarrollarse por completo dentro del útero de su madre. Esta pequeña princesa debe estar conectada de manera perenne a una serie de equipos para mantenerse con vida.

En varias oportunidades la familia de María Antonella ha experimentado el terror de perder a su hija por no contar con el suministro eléctrico, especialmente cuando les han solicitado que abandonen el lugar que han alquilado para vivir.

Durante el mes pasado esta familia vivió la agonía de perder a su hija tras recibir la visita de una cuadrilla de la compañía eléctrica para cortar el suministro de la energía porque el propietario del apartamento llevaba años sin hacer el trámite para colocar el medidor.

El propietario de la casa de una manera vil y cobarde se aferró a la condición limitante de la niña para arremeter contra de ellos. Les informó que no haría ningún contrato de servicio eléctrico mientras estuvieran ocupando la vivienda.

Si hubiese sabido que tenías una hija discapacitada no te alquilaba la vivienda». 

Débora, la madre de María Antonella quedó embarazada de gemelas y aunque uno de los embriones detuvo su desarrollo nunca le pasó por la mente interrumpir su gestación.

Dos semanas antes del parto les dieron la noticia de que la niña tenía microcefalia y una malformación congénita del cerebro llamada «Síndrome de Dandy- Walker». Nació sin visión del ojo izquierdo y con daños en el sistema nervioso central, por lo que se le olvida respirar.

Aceptamos a María Antonella tal cual como es, queremos darle todo el cariño y la atención que se merece y que esté a nuestro alcance. Es nuestra hija y la queremos con todo el corazón”.

Pasó sus primeros tres meses de vida prácticamente en la sala de terapia intensiva porque cuando trataban de llevarla a casa no dejaba de convulsionar. Fue dada de alta con la indicación de internación domiciliaria.

Débora dejó de trabajar para recibir entrenamiento en el hospital y saber qué hacer ante las convulsiones de su hija, y a Darío, su marido, lo echaron del trabajo por las ausencias.

María Antonella vive conectada a un equipo que se activa de manera automática cuando detecta que deja de respirar. Cuando no hay luz el artefacto sólo tiene autonomía para funcionar durante tres horas.

Con la ayuda de una empresa que comercializaba tapas plásticas la familia inició una campaña cuando ella tenía 6 meses para recaudar dinero y someter a la niña a una terapia con células madre en China.

Pero la acumulación de las tapas generó incomodidad a los vecinos y la dueña le exigió que abandonara la casa para evitar problemas con la comunidad.

Como en Soldati, Argentina ya eran conocidos, las inmobiliarias empezaron a ponerles excusas para no alquilarles una vivienda. Cuando llegaron a una inmobiliaria que no los reconoció decidieron ocultar que tenían una hija con discapacidad por miedo a que los rechazaran como inquilinos.

María fue diagnosticada con un nuevo síndrome, llamado «Lennox- Gastaut», cuyo tratamiento requiere cinco anticonvulsivos diarios.

Si llegara a fallar el servicio eléctrico, sería algo muy grave para la vida de nuestra pequeña, pues casa día depende más y más de estos equipos para vivir”.

Ahora ella tiene una traqueotomía y sus padres dicen que están conscientes de que ella puede morir en cualquier momento, sin embargo, se han dedicado a vivir un día a la vez.

El mes de febrero inició con el terror de no saber a dónde ir y perder a su hija para siempre, pero afortunadamente sus plegarias fueron escuchadas.

La familia está recaudó fondos para hacer frente a esta situación tan adversa.

Gracias a todas las personas que se solidarizaron con su testimonio de vida la empresa eléctrica colocó el medidor y la pequeña María Antonella tiene el servicio eléctrico garantizado.

No está bien tener un comportamiento grosero y señalar a una persona por ser discapacitada como lo hizo este señor que les hizo sentir que para él la niña era un estorbo.

Si quieres conocer más sobre la vida de este pequeña puedes hacer clic aquí.

Es una historia de amor que demuestra que la esperanza es lo último que se pierde porque los milagros existen. Compártela con tus amigos y familiares.

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