El desgarrador relato de una joven que solo puede orinar con un doloroso e incómodo método

¿Cuántas veces nos hemos quejado porque durante el día vamos muchas veces al baño para orinar sin percatarnos que satisfacer esta necesidad fisiológica de manera rutinaria nos hace afortunados?

Leanne Ward, de Cornualles, 27 años y ex-modelo, no ha podido orinar normalmente durante dos años debido a una afección conocida como el síndrome de Fowler, que impide que los músculos de la vejiga se relajen.

Leanne feu diagnosticada con este síndrome tras una operación en junio de 2015, por sospecha de apendicitis, sin embargo, los exámenes arrojaron otra patología que los médicos no tenían muy clara.

Al detectar que el apéndice no presentaba inflamación y que había presencia de sangre cerca de su pelvis los cirujanos presumieron que los dolores podrían ser consecuencia de un estallido de quistes ováricos.

Leanne esperaba recuperarse por completo después de la cirugía, pero inmediatamente se dio cuenta de que no podía orinar. Al pasar los días notó que su problema era más complicado, y decidió realizarse una serie de estudios médicos tras la operación.

Para mantenerse con vida y poder expulsar la orina, los médicos le colocaron un catéter al que ella ha llamado “Percy» y lo describe como un tubo flexible que ha arruinado su vida. Es un método invasivo muy doloroso por lo que se ha vuelto fármaco dependiente para controlar el dolor.

Todo esto ha tenido un gran impacto en mi vida. Solo quiero poder usar el baño como el resto de la gente”.

A pesar de ser una solución temporal y dolorosa, Leanne aprendió a colocárselo en casa.

Según los expertos de la Universidad de Londres Central, la aparición de este síndrome puede darse de manera espontánea o después de una operación.

Aunque no era nada agradable todo lo que estaba sufriendo Leanne, ella sintió un alivio tras conocer su diagnóstico. Sus dudas fueron disipadas.

Desde que le diagnosticaron el síndrome de Fowler, Leanne sólo ha pasado tres meses de gran alivio y fue cuando le aplicaron botox en el esfínter uretral para relajar los músculos que controlan la salida de la orina.

Actualmente, Leanne vive con un catéter suprapúbico que atraviesa su pared abdominal. Este tubo roza con su vejiga y le ocasiona un intenso y constante dolor. Es muy propensa a infecciones del tracto urinario.

El hecho de almacenar orina dentro de su organismo por mucho tiempo hace que las complicaciones continúen en aumento. Regularmente sufre de infecciones renales y de la vejiga.

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Leanne mantiene la esperanza que su dolor se minimice y le permita tener una mejor calidad de vida.

Ha unido sus esfuerzos con un grupo de chicas que también padecen el síndrome para hacer una campaña y crear conciencia sobre esta afección. El objetivo es dar a conocer en el mundo este inusual síndrome y lo terrible que es.

Leanne sufre una rara afección desconocida por muchos, su experiencia puede ayudar a otros a tener un diagnóstico a tiempo. ¡Compártela!

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