Le dijeron a su familia que murió por COVID-19 pero cuando abrieron el ataúd estaba esposado

La familia de Luis Iván Mejía Beltrán sufre una pesadilla desde que recibieron el cadáver del joven de 31 años, no solamente por el dolor de haberlo perdido para siempre, sino por la incertidumbre del caso.

El Instituto de Medicina Legal de El Salvador les entregó el cuerpo a los familiares del joven, en el informe, describen como la causa del fallecimiento una hemorragia en el tubo digestivo debido al coronavirus.

Luis Iván Mejía Beltrán, de 31 años, y otros nueve jóvenes, entre esos su hermano, de esa localidad fueron capturados por la policía acusados de haber acabado con la vida de un soldado.

Vilma Zavaleta, esposa del fallecido, aseguró en una entrevista que él no era capaz de estar incriminado en un delito, relató que dedicó su vida a trabajar “en lo que sea” para sacar a su familia adelante. Trabajaba como músico, motorista e incluso como payaso ofreciendo sus servicios en eventos y fiestas infantiles.

“Como esposa, y ante Dios y mi hija se los digo que el día que mataron a ese muchacho (se refiere al soldado), él estaba conmigo”, agregó Vilma Zavaleta.

El joven murió mientras estaba bajo custodia de la policía, ante las dudas sobre su fallecimiento, la familia decidió poner una denuncia.

Cuando les entregaron el cuerpo les dieron instrucciones de que no abrieran el ataúd, pero ellos querían darle el último adiós así que decidieron abrir la tapa para verlo antes de la sepultura. En ese momento descubrieron que él estaba esposado y que tenía signos de haber sido maltratado.

Las lesiones en el rostro del fallecido dejaban en evidencia que había recibido un trato violento.

Los familiares no creían en el informe, por eso remitieron el caso a la fiscalía denunciando las presuntas irregularidades. Poco después de la sepultura, la fiscalía ordenó una exhumación para iniciar investigaciones sobre el caso.

Antonio Barahona, tío del joven fallecido, dijo que pide justicia a las autoridades, dice que a su sobrino lo han matado sin merecerlo.

Las autoridades policiales niegan que Luis Iván haya recibido cualquier maltrato físico, declararon que el joven presentó un cuadro de vómito, diarrea y convulsiones y fue trasladado al hospital.

“Fue trasladado en ese momento, y al llegar al hospital, el médico que lo iba a atender dijo que ya había fallecido”, dijo el comisionado Carlos Aguilar, jefe de la policía de Zacatecoluca.

Cuando le preguntaron a Aguilar por qué Luis Iván estaba esposado, respondió:

“Tenía las esposas por temor a que tuviera coronavirus, porque así lo habían manifestado en el hospital, que incluso no se le quisieron ni acercar al cuerpo”.

Adelia Mejía, la madre de Luis Iván Mejía Beltrán, declaró ante un medio de comunicación:

“No debe quedarse así la muerte de mi hijo, porque a mí me dijeron que él había muerto de COVID-19, pero no, yo después sospeché y dije que si fuera por COVID no me lo habrían entregado”, dijo la madre.

“No estamos señalando, ni culpando a ninguna persona, pero por lo menos esperamos que paguen lo que han hecho, porque es injustamente que han matado a mi hijo o tal vez por odio”, agregó.

El caso llegó a manos de la fiscalía y del procurador de los derechos humanos, Apolonio Tobar, quien resaltó que esperan los resultados de la exhumación, instó al director de la policía y al fiscal general de la república y a la juez que está a cargo del caso, un informe completo sobre la muerte del joven.

Su objetivo es comprobar si efectivamente hubo una afectación a la integridad física sobre el joven que le haya causado la muerte, explicó el procurador.

La noticia ha conmocionado a su comunidad, se espera que la familia tenga las respuestas sobre la muerte del joven que deja a su madre, a su esposa e hija desconsoladas. Compártela.

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