Le devuelve la sonrisa al niño de 7 años que cuida y que terminó devastado por la pandemia

La graduación de secundaria es un día bastante importante para cualquier estudiante y tristemente muchos de estos jóvenes se han perdido de este momento en sus vidas, debido a la llegada del coronavirus en sus países.

Pese a esta realidad, muchas personas han ingeniado los modos más sorprendentes para llevar a cabo sus graduaciones, al menos de forma simbólica.

A principio de este mes, un pequeño de sólo 7 años decidió sorprender a su niñera con un tierno baile de graduación en vista de que la joven no disfrutaría de ese momento debido al confinamiento.

La joven Rachel Chapman de Raleigh en Carolina del Norte, Estados Unidos, se sintió más que afortunada y agradecida cuando recibió la propuesta del pequeño estudiante de segundo grado, Curtis Rogers.

«Decía ‘El mini baile de graduación no será hoy, pero lo harás conmigo el lunes‘», escribió Rogers en una carta con la que sorprendió a la joven.

A la joven le pareció todo sumamente tierno, así que decidió aceptar la invitación del pequeño.

El baile de graduación se celebró en el patio de su residencia y ambos mantuvieron el distanciamiento para no quebrar ningún tipo de norma. Aunque, no por la distancia dejó de ser un momento realmente emotivo.

Curtis llevaba ropa formal y una linda corbata, mientras que Rachel lució fabulosa en un tierno vestido.

El niño fue muy cuidadoso en cada detalle pues pidió a sus papás que los complacieran con la comida favorita de Rachel: Chick-fil-A y batidos.

«Fue muy dulce, muy atento. Incluso recordó mi bebida favorita y los condimentos que me gustan en Chick-fil-A», dijo.

Rachel se ha convertido en una persona bastante significativa para la vida de Curtis y eso lo saben muy bien sus padres, quienes sirvieron de cómplices para esta sorpresa. 

Como no podría hablarse de un baile de graduación si realmente la pareja de amigos no compartían al menos una pieza juntos, los padres idearon una forma bastante peculiar para lograr que esto sucediera.

Rachel y Curtis no protagonizaron un baile típico pero sí emotivo y divertido, los chicos utilizaron fideos de piscina para mantener una distancia preventiva mientras disfrutaban de la música y toda la velada.

Seguro no fue el modo más cómodo de pasar ese momento pero lo que importaba era la intención, y eso ha quedado bien demostrado por el pequeño escolar.

“Decidí que deberíamos hacer esto ahora porque el coronavirus ha causado estragos. No importa lo que te pase. Importa lo que le pase a las personas que amas”, dijo el sabio Curtis.

El gesto de este pequeño nos invita a seguir siendo luz para la vida de alguien más y no olvidarnos de dar amor, aún en los momentos difíciles. Comparte su historia y felicítalo por su gran corazón.

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