Cuando llega el invierno las bajas temperaturas son las protagonistas en la vida de todos, afectando especialmente a los que tienen menos recursos.
El invierno puede ser un infierno para aquellos que tienen un hogar pero no tienen cómo usar calefacción e incluso peor, para quienes ni siquiera cuentan con un techo bajo el cual puedan protegerse del inclemente frío.
Para crear conciencia y motivar a la ciudadanía sobre la situación de las personas sin techo en la época de invierno, muchos abrigos aparecieron en el puente de Dublín como parte una campaña para las personas sin hogar.
Pero lo que pareciera ser una genial idea de Paddy Fryers, responsable de la campaña, generó una gran polémica en las redes sociales después de que el Ayuntamiento de Dublín retiró los abrigos.
El puente Ha’ppeny que pasa por el río Liffey, en Dublín, se convirtió en la zona de recolección de abrigos para las personas sin techo tras amanecer durante la Víspera de Navidad cientos de chaquetas colgadas en sus cimientos.
Con el pasar de las horas los residentes se motivaron en llevar un abrigo y buscar un espacio para colgarlo con el objetivo de «warm for winter” traducido al español “dar calor en invierno».
Así se definió el lema que llegó a todos los rincones de la ciudad y que motivó a los ciudadanos a regalar un poco de calor a quienes no tuvieran hogar y pudieran pasar las fiestas navideñas en condiciones algo más favorables.
Los inviernos en Dublín suelen tener temperaturas por debajo de los 0º C, sumado a un alto nivel de humedad que provoca una sensación térmica bastante más fría de que lo marca el termómetro.
Muy consciente de esta situación, Paddy Fryers pensó en todas aquellas personas sin un hogar donde cobijarse durante estas fechas o que simplemente no disponen de ropa apropiada para enfrentarse al invierno.
«Si necesitas uno cógelo por favor. Si quieres ayudar deja una por favor», era el mensaje que podía ver en las fachadas de alrededor del puente.
Realmente es una frase que encierra una perfecta iniciativa de la campaña de Paddy Fryers, donde pusieron centenares de abrigos a disposición de cualquiera que lo necesitara.
Pero el Ayuntamiento de Dublín no lo entendió y decidieron quitar los abrigos del puente por «salud y seguridad” porque podrían reducir el tráfico en el puente y causar congestión.
Esta reacción causó una polémica generalizada que fue más allá de la ciudad.
El responsable de la campaña aseguró que simpatizantes lo contactaron para manifestarle su apoyo y después de eso, él desafió al ayuntamiento y volvió a colgar otros 40 abrigos.
Mientras que la gente respondió en masa a este gesto de amabilidad por la creciente población de indigentes de Dublín, Brian McLoughlin, portavoz de Inner City Helping Homeless, una organización benéfica exigió la devolución de los abrigos retirados por ellos.
Por las redes sociales circularon numerosos vídeos reclamando la decisión de las autoridades denunciando que iba «en contra del espíritu de la Navidad» y de la solidaridad.
Inspirados en la campaña, muchos vecinos organizaron por su cuenta mercadillos de abrigos gratuitos por toda la ciudad para promover la donación.
Comparte esta iniciativa que se podía prolongar durante todo el invierno, son muchas las personas que no tienen cómo acobijarse y resguardarse del frío y otras tantas que pueden regalar un poco de calor con un abrigo.