Las 11 particulares «leyes de crianza» que todo padre y madre deben conocer

Primero que todo debo aclarar que esta compilación está hecha con una intención netamente humorística y sarcástica. No refleja realmente mis ideas con respecto a crianza y educación de los peques, es solo una broma, ok. Y habiendo dicho esto todos aquellos que hayan sobrevivido a la jungla de los primeros años sabrán a lo que me refiero con esta serie de «Leyes fundamentales» que, aunque no te des cuanta regulan tu vida, la de tus hijos y toda tu dinámica familiar. ¿Porqué? Porque somos así, porque pasa y porque tener bebés es en sí un caos maravilloso e inesperado del que aprendemos cada día.

Pero para que sepas en que condiciones estas operando, aquí están las leyes de crianza infalibles:

1. Ley de las duchas maternas.

En el momento en que una mamá, único residente adulto de la casa en el momento presente entre al baño para una ducha rápida, ¡se abren las mismísimas puertas del infierno!

Alternativa: espera a que el niño duerma, a que llegue alguien más a casa o mejor ¡no te bañes hasta que vayan a la universidad!.

2. Ley Inversa de la preparación de alimentos

La cantidad de tiempo, energía y dinero gastado para preparar una comida siempre es inversamente proporcional al número de minutos que le tomará al infante rechazar dicha comida y salir corriendo.

Alternativa: Comidas de 15 minutos para los pequeños, si las rechazan rotundamente ¡no importa! son solo 15 minutos de tu vida. Cuando tenga hambre de verdad, comerá.

3. Ley de disposición de desechos infantiles

El trabajo de ser padres no estará consagrado hasta que el acto de atrapar los desechos infantiles con las propias manos no sea realizado.

Alternativa: Usa guantes ¡siempre!, toma clases de baseball para mejorar tu habilidad y conviértete en Flash (ehm me dices cómo cuando lo logres) .

4. Ley de supresión de las conversaciones “adultas”

El grado de importancia de una conversación adulta es y siempre será directamente proporcional al número de veces y la duración total durante la cual dicha conversación será interrumpida por el o los infantes presentes.

Alternativa: Resiste hasta que el niño se duerma (lo se, lo se, pero sí puedes) o simplemente olvídate de las conversaciones y comunícate solo por e-mail.

5. Ley del orgullo y vanidad paterno-materna

El día que alardees de una habilidad “x” de tu hijo será siempre el mismo y exclusivo día en que dicho infante sufrirá una regresión tal en la mencionada habilidad con una alta probabilidad de demostrar dicho lapso de capacidades frente a la persona a la cual le mostraste en vano tu orgullo.

Alternativa: Piénsalo pero no lo digas en voz alta… aunque ¿sabes qué? el universo puede oírte solo no alardees nunca, jamás.

6. Ley de eliminación eterna de bebidas calientes paterno-maternas

En el momento que cualquier progenitor, padre o madre de la criatura en cuestión se disponga a sentarse a disfrutar de una bebida caliente sucederá una emergencia inesperada relacionada con dicho infante que necesitará atención inmediata e intervención oportuna.

Alternativa: recalienta y repite. Acostúmbrate a bebidas tibias o solo vete al otro extremo, el te y el café helados te darán tanta fuerza como sus variantes calientes.

7. Ley anti-frescura de sábanas limpias

Durante los primeros 30 minutos después de haber cambiado las sábanas, fundas de almohadas, cobertores y/o edredones o relacionados sucederá un incidente a cortesía del infante que profanará completamente la frescura de tu labor.

Alternativa: trata que el desorden que tu hijo hará en las sábanas sea controlado, mantén el daño «contenido» o no cambies las sábanas hasta que se vayan a la universidad. Espera ¿ya dije eso?… 😕 .

8. Ley inversa de juguetes costosos

Esta es “un clásico” todos la sabemos, léanlo a coro conmigo: “Mientras más costoso resulte un juguete, menor será el interés de tu hijo por jugar con el respectivo juguete”.
Coletilla de ley: La caja siempre será la absoluta mejor parte de dicho juguete.

Alternativa: No compres juguetes caros, perderán su atractivo y sus muchas partes pequeñas y vitales. Mejor procura obtener cosas con cajas interesantes.

9. Decreto de ley de esclavitud paterno-materna

“La esclavitud paterno – materna se decreta infinitamente y hasta la eternidad ligando su destino por siempre a la cesta de ropa sucia y su mejor amiga la lavadora y secadora, quienes en más serán sus nuevos amos y señores”.
Reglamento ejecutorio de la ley: Si puedes ver el fondo de la cesta de ropa sucia, no te alegres, solo mira otra vez a tu alrededor.

Alternativa: Lava todo el día todos los días, esconde la ropa sucia y entra en un estado de amnesia inducida o deja que todo el mundo se ponga ropa sucia. (Pero si logras convertir tu lavadora en Flash me dices cómo, OK)

10. Ley de los importantes olvidados

Este es un conjunto de leyes más que una ley individual y sí, como todas las anteriores se basa en esos momentos «Murphy» que como padres vivimos constantemente:

Esta tiene un gran número de variables y aplicaciones:

  • El día que te quedas sin un alimento sano, ese día tu hijo selectivo con la comida te pedirá que quiere probarlo.
  • En el segundo inmediato posterior al momento en que cruzas el punto de no retorno al salir de un lugar, será el momento en que te des cuenta de uno o más objetos importantes que se quedaron olvidados en dicho lugar de origen.
  • El día que decides dejar de llevar algo (jugo, agua, merienda, pañuelo, medicina) es el día que tu hijo lo necesitará más que nunca.

Alternativa: No hay. Pero si lograste convertirte en Flash corre y trae el objeto que falta en ese preciso momento. 😉

11. Ley inversa proporcional de la apariencia paterno-materna

“El aspecto de una madre es y siempre será inversamente proporcional a la apariencia de los hijos”.

Alternativa: Divide el tiempo total que tienes en partes iguales para arreglar a cada quien para un resultado más balanceado, aunque mejor ni te molestes en salir si se quedan todos en casa no habrá más problemas ¿no?.

FertileBrains

Afortunadamente después de los primeros años estas leyes pasan al desuso, así que tranquilo ¡hay esperanza! El caos poco a poco se va mitigando y aparecen nuevos desafíos. Disfruta a tu familia y a tus hijos cada día.

Comparte estos graciosos momentos para todos los que se identifican con este hermoso caos familiar.

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