Ninguna madre está preparada para enfrentarse al inmenso dolor de perder a un hijo, lamentablemente algunas sufren tan dura experiencia y se aferran al amor de sus seres queridos para salir adelante aun con el vacío que nada podrá llenar.
Tal como le sucedió a Amanda Farrawell, de Kempsey, madre de siete hijos, que perdió a su bebé Trent a causa del síndrome de muerte súbita infantil en noviembre del año pasado.
Después de la pérdida de su pequeño se refugió en el consuelo de sus otros hijos, juntos visitaban el lugar donde reposaba el cuerpo de Trent en el cementerio.
Para los hermanos de Trent es muy especial rendirle un homenaje decorando su tumba con aquellas cosas que le encantarían, llenando ese espacio de color encontraban alegría.
Llevaron peluches, molinos de viento, luces solares y otros adornos que eran especiales para cada uno.
Pero la Amanda se sintió devastada cuando le ordenaron que retirara todo lo que habían colocado con tanto cariño en la tumba de su hijo.
A principios de este mes Amanda recibió un comunicado emitido por el consejo local que dirige el cementerio en el que le exigen limpiar el césped del área que está alrededor de la tumba y despejar la extensión de tierra que ocupa.
En la carta alegan que han recibido quejas de otros ciudadanos sobre los artículos personales que han colocado y les pide que guarde todas las cosas que están en el lugar.
Además de los adornos y lámparas que han puesto sus hijos, también le pidieron que retirara las flores que están dentro de la viga de la tumba.
Otro de los argumentos de quienes le hacen la exigencia es que presuntamente los artículos que están sobre el césped son un peligro para la seguridad de los visitantes y dificultan que el personal de mantenimiento pueda desplazarse con facilidad en el sitio.
Amanda se quedó devastada por la petición que recibió, dice que es injusta y que rompería el corazón de sus hijos que ya sufren el dolor de vivir con la ausencia de su hermanito.
Relató que a todos sus hijos les encanta decorar la tumba para recordar a su hermano ofreciéndole un gesto de amor.
Ante la indignación que le causó la prohibición que mantener la decoración del lugar donde reposan los restos de su pequeño emprendió una campaña de recolección de firmas.
Su objetivo es conseguir el apoyo necesario para proponerle al consejo que no aplique ninguna restricción contra ella.
“Estoy enojada y triste por las prohibiciones que me han hecho. Ese es nuestro lugar especial y mientras esté ordenado y con el mantenimiento adecuado creo que el consejo del cementerio no debería opinar”, resaltó Amanda.
“Queríamos colocar una losa de cemento y una valla de estacas, pero ni siquiera nos permiten hacer eso”, agregó Amanda.
Desde que ella publicó su caso en las redes sociales su publicación se hizo viral, así que miles de usuarios le han expresado su apoyo y comprensión instando a las autoridades del cementerio a tomar en cuenta su necesidad y la de sus hijos.
Como su petición causó tanto revuelo, algunos medios de comunicación locales hicieron eco de su testimonio.
Después de esto, un vocero del consejo encargado del cementerio de Kempsey Shire declaró: “El consejo le hizo llegar una respetuosa carta a unas 100 familias describiendo las reglas del lugar y pidiéndoles que mantuvieran sus tributos personales solo en el área permitida eliminando cualquier elemento alrededor de la tumba”.
Además, comentaron que a pesar de que comprenden que lidiar con esto puede resultar doloroso para las familias solo quieren garantizar que el cementerio se mantenga como un espacio seguro y solemne para los visitantes.
“Apreciamos que este es un tema que puede afectar emocionalmente, pero asumimos en el consejo la responsabilidad de garantizar que los cementerios sean un entorno seguro y solemne para todos los visitantes”, concluye el comunicado.
Amanda ha logrado recolectar más de 600 firmas y espera que su petición sea escuchada y que pueda seguir visitando la tumba de su bebé junto a sus hijos como hasta ahora. Comparte su denuncia.