El tema sobre la educación pública y su importancia es un tópico para nada reciente. Durante años, gobiernos, sociedades, comunidades y familias han sido protagonistas de los distintos cambios por los cuales se ha debido someter a la educación. Pero parece que para los padres, estos cambios no son suficientes.
Piensan que un cambio en la forma en la que los maestros educan a sus hijos, podría mejorar el rendimiento de los estudiantes de las escuelas públicas.
Una profesora jubilada, Lisa Roberson, habló sobre el tema a un periódico local a través de una carta, acá te dejamos el contenido para que lo juzgues por ti mismo:
“Como maestra jubilada, estoy cansada de todas las personas que no saben nada sobre las escuelas públicas, y que no han estado en un salón recientemente, o que creen que pueden arreglar nuestro sistema educativo. ¡Los maestros no son el problema! Son los padres los que son el problema. Ni le enseñan a los niños buenos modales, ni les enseñan lo qué es el respeto. Los niños ni siquiera tienen un conocimiento general de cómo llevarse bien con otras personas.
Los niños vienen a la escuela con zapatos que cuestan más que la ropa del maestro al mismo tiempo que ni siquiera tienen papel o lápiz para la clase. Cuando uno habla de colegios que han “fallado”, miren a los padres y a los niños. ¿Los padres van a las reuniones de padres? ¿Hablan regularmente con los profesores? ¿Se aseguran de que los niños estén preparados y tengan el equipo necesario? ¿Se aseguran de que los niños hagan su tarea? ¿Tienen un número de teléfono que funciona?
¿Los estudiantes toman notas en clase? ¿Hacen sus deberes? ¿Escuchan en las lecciones o el alumno es uno de los que molesta y destruye a los demás? Cuando hayas mirado estos factores entiendes que no son las escuelas las que han fracasado, sino los padres. Los maestros no pueden hacer tanto su trabajo como el de los padres.
¡Hasta que los padres no hagan su trabajo nada va a mejorar!”.
Lamentablemente en esta discusión se ha tratado de encontrar culpables y/o responsables, de señalar y no de construir soluciones para los diversos peligros y problemáticas que aquejan en plena actualidad a la vida de los estudiantes en todos los niveles académicos, en especial en los primeros años de aprendizaje de nuestros hijos.
Pixabay / Lisa Roberson
Sin duda todo este tema ha generado mucho revuelo, ¿Crees que la maestra tiene la razón? ¿Qué opinas al respecto? Comenta y comparte con tus amigos el contenido de la carta.