Joanne Sayer es una madre que tuvo que pasar por lo que sin duda es la peor pesadilla de cualquier mamá. Recibió una carta de parte del Departamento de Trabajo y Pensiones en donde le informaban que su hijo había perdido la vida.
Para cualquiera, esto se habría convertido en un momento sumamente difícil y devastador; pero por suerte Joanne tenía toda la certeza de que había ocurrido un error.
“Traté de decirles que mi hijo estaba vivo, a no ser que durante todo este tiempo yo me encontrase viviendo con un fantasma”.
Joanne vive con su hijo y sabía que hace tan sólo unos minutos se había dirigido al trabajo. Como es de esperar, Sayer los contactó de inmediato para aclarar el terrible error. No había dudas de que algo muy extraño había sucedido porque la carta también había sido dirigida al mismo Christopher.
Christopher tiene actualmente 19 años.
Parece que el origen de toda la confusión fue que Christopher pasó unos meses desempleado y comenzó a recibir una suerte de pensión por parte de este departamento gubernamental.
Después de un tiempo, Christopher comenzó a trabajar como chef en un restaurante así que les notificó sobre su nuevo empleo para dejar de recibir la pensión.
Christopher y su madre viven en la ciudad de Newcastle al norte de Inglaterra.
Por algún motivo, alguien en la oficina notificó que el cese de los pagos se debía a que Christopher ya no se encontraba con vida y dio origen a un gran malentendido.
Joanne no podía más que aliviarse ante lo sucedido; pero también manifestó que recibir este tipo de noticia podía resultar sumamente confuso y perturbador para ella.
“Si mi hijo no se encontrara viviendo conmigo o yo llevase muchos días sin hablar con él; podría haber entrado en pánico”.
En cuanto el enorme malentendido se dio a conocer, las autoridades se aseguraron de llamar a la familia para disculparse por el extraño error.
Una de las directoras se aseguró de hacerlo y aseguró que en su condición de madre ella habría estado devastada de haber recibido ese tipo de noticias falsas.
La familia decidió dar a conocer su historia para evitar que alguien más tenga que pasar por el desagradable sobresalto de escuchar que uno de sus seres queridos ha perdido la vida.
“Alguien presionó el botón equivocado. Fue un error inaceptable”.
Ahora, Joanne se encuentra en casa disfrutando al máximo de la compañía de su hijo y aliviada de que este terrible malentendido no haya sido más que una falsa alarma.
¿Te imaginas recibir un susto así? Comparte la peculiar historia de Joanne y su hijo.