La pesadilla que vive Judit tras enterarse de la detención de su madre, la asesina de Gabriel

Ana Julia Quezada vivió en Burgos desde que llegó de República Dominicana, allí trabajó durante 6 años en una carnicería donde se dio a conocer entre los vecinos del barrio.

Vivía con su pareja, Miguel Ángel, y sus dos hijas en un apartamento donde se produjo la muerte de una ellas. La niña de 4 años presuntamente saltó por la ventana y cayó junto a su peluche desde el séptimo piso.

Se pudo conocer que la policía reabrirá el caso para investigar si Ana Julia estuvo implicada en el fallecimiento de la menor.

Judit R. Q, hija de la autora confesa del crimen de Gabriel Cruz, tiene 24 años y reside en Burgos, allí conoció la noticia de la detención de su madre cuando la interceptaron los agentes de la Guardia Civil con el cuerpo del niño en el interior del maletero de su coche.

Después de enterarse de que su progenitora estaba implicada en la desaparición del niño que conmovió a todo el país, tuvo que ser ingresada en el hospital universitario tras sufrir una crisis de ansiedad.

Ha recibido el alta médica, pero sufre una horrible pesadilla tras sufrir agresiones físicas y acoso en sus redes sociales tras conocerse la responsabilidad de su madre en el asesinato de Gabriel Cruz.

Aunque muchas personas alegan que ella también es víctima de las acciones de su madre y comprenden su dolor. “La que me da pena es la niña. Ella no tiene la culpa”, comentó una vecina.

Judit es una hija que Ana Julia dejó en Burgos, nació como fruto de una relación amorosa que sacó a la detenida del club de alterne donde trabajaba como prostituta.

Él la hizo su novia, reconoció a la niña y le dio sus apellidos, también lo hizo con la menor que llegó desde República Dominicana con Ana y que falleció en el presunto accidente cuando Judit tenía 2 años.

Tras el divorcio de Ana y Miguel Ángel, había una orden de alejamiento en contra de él después de que la mujer lo denunciara por maltrato.

La orden tuvo una duración de dos años, mientras la niña vivió con su madre y el padre le pasaba una pensión por manutención.

Aunque no podía ver a la niña porque Ana Julia lo impedía, a pesar de que Judit insistía en que quería vivir con su padre, cuando cumplió 15 años se mudó con él.

La joven de 24 años no ha querido salir ni siquiera a pasear a su perro, trabajaba en un bar en el barrio del Gamonal.

En el negocio no quisieron ofrecer declaraciones, en los dos televisores colocaron vídeos musicales para evadir la realidad de la noticia de la que todo el país hablaba.

Los amigos y conocidos de Judit rechazan el acoso que ha sufrido, alegan que incluso le han tirado piedras, así lo confirmó la dependienta de una tienda que está junto al portal de su vivienda.

Sus allegados dicen que no tiene relación con el crimen que cometió su madre, comentan que cuando desapareció Gabriel ella viajó a Almería para apoyar en las labores de búsqueda.

“No tenía mucha relación con su madre, nunca la he oído hablar de su madre. Ni siquiera estos días en los que Ana Julia salía en los medios de comunicación. Ella intentaba evitar las noticias”, comentó una amiga de la joven.

Se pudo conocer que sí mantenía una buena relación con su padre a pesar de que él se ausentaba por varios días de casa por su trabajo.

Algunos vecinos aseguran que posiblemente tenga que mudarse de Burgos porque no podrá lidiar con el acoso y el rechazo de muchos miembros de la comunidad.

“Tiene miedo a salir”, aseguran, está sufriendo una gran depresión tras conocer que su madre fue capaz de cometer un atroz crimen.

Quienes conocen a Judith la describen como una joven tranquila, sonriente, cariñosa, estudiante y trabajadora.

Un vecino se acercó a un medio de comunicación y dijo:

“Judit es una víctima más de su madre, por favor, déjalo claro, ella es buenísima, es encantadora. Eres periodista ¿no?, úsalo para defenderla, para que se sepa la verdad. Por favor, ella no se merece nada de lo que está sufriendo”.

Judit estudia para ser auxiliar de enfermería por las mañanas, y trabaja por las tardes en Las Bernardillas, un núcleo de ocio de la ciudad concurrido por jóvenes y universitarios.

Salió a la luz el rumor de que la habían despedido de su empleo, pero el local emitió un comunicado donde alegaban que estaban orgullosos de tener a Judit en su equipo. “Es una gran trabajadora y gran persona”, comentaron.

EP

La joven estudia mudarse a un lugar donde nadie pueda relacionarla con el hecho. Comparte esta noticia.

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