Hallan el cuerpo momificado de una mujer de 78 años que falleció hace 15 años en su domicilio

Isabel Rivera Molina, una mujer de 78 años de edad, vivía sola. Pero absolutamente nadie, ni un hijo, ni un familiar, ni un vecino, se acordó de ella después de que nadie supiera de su existencia desde hace nada menos que 15 años.

Hasta que el pasado 22 de octubre, agentes de la Policía Nacional, tras ser alertados por un familiar lejano de Isabel, se presentaron en su domicilio sin siquiera imaginar la estremecedora escena que hallarían.

La mujer vivía en el segundo piso B, en la calle José del Hierro 51, en el distrito Ciudad Lineal, en Madrid.

Cuando la Policía se presentó llamaron a la puerta pero nadie abría y los vecinos llevaban algún tiempo sin escuchar movimiento alguno. Pero aunque trataron de forzar la cerradura encontraron que era imposible abrirla debido a que estaba cerrada con aldaba desde adentro.

Solicitaron la presencia del Cuerpo de Bomberos, quienes a través de una escalera ingresaron por la terraza y empujaron la ventana que estaba entre abierta.

Lo que hallaron era realmente difícil de creer, en la tina el cuerpo sin vida de la mujer que había fallecido hace 15 años.

Pero lo extraño era que estaba totalmente momificada, como si de una película de suspenso se tratara. Pero la triste realidad era absolutamente otra, no era más que el resultado de la ingratitud y lo que supone vivir en la soledad y marcharse de este mundo así, sin que nadie se preocupe, sin que nadie pregunte, sin que nadie de parte de nada. ¡Es desolador!

La mujer habría fallecido en el año 2004 y nadie se enteró de su partida.

El informe de Medicina Legal revela que el cuerpo de la mujer «no se descompuso gracias a la humedad del ambiente y a que una rendija de ventilación permitió completar el proceso de conservación del cuerpo de manera natural».

El hallazgo del cuerpo de Isabel habría tardado tanto tiempo porque los vecinos que ya empezaron a echarla en falta, llamaron repetidamente a sus familiares y nunca contestaban, acudieron a la Comisaría para que investigaran pero les dijeron que sin un permiso de un familiar no podían hacerlo. Después se ve que desistieron. Pero lo más insólito del caso era que pagaba todas sus facturas, las derramas, la comunidad, incluso recibió el dato de dónde debía votar el próximo 10 de noviembre; eso era así porque todo lo tenía domiciliado en su cuenta bancaria, a la que le llegaba mes a mes la pensión. El Banco incluso se percató de que sólo había pagos de facturas, mas no de gastos corrientes; la visitaron pero al no encontrarla, abandonaron las averiguaciones.

Sin embargo, los vecinos, aún pensando que podría haber fallecido y que su cuerpo estaría en el interior del domicilio, aseguran haber contactado en varias ocasiones a la Policía para que se presentara pero no consiguieron respuesta.

El dramático caso ha trascendido a las redes sociales que no han permanecido indiferentes:

«Es muy muy muy triste pensar que una anciana pueda estar tan sola como para que pase algo así.
Los ancianos, al igual que los niños, son personas indefensas a las que hay que cuidar y proteger, por empatía y por ley», ha dicho una usuaria.

Comparte este lamentable suceso que revela la tristeza y la soledad en la que viven tantos ancianos. Que sea un llamado a la conciencia, ellos son parte constitutiva de la historia de una nación y no merecen un final así.

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