El reclamo que esta adolescente de 14 años le hizo a la dirección de su escuela causó revuelo

Una chica de 14 años logró que su escuela colocara en todos los baños toallitas y tampones para sus alumnas. Y todo comenzó cuando pasó un mal momento en el establecimiento.

Después de gastar su último centavo en una máquina expendedora de tampones que estaba vacía, Cordelia Longo estaba enojada y se sentía avergonzada. Tenía sólo una toallita en su mochila y no sabía qué hacer.

Pero entonces decidió convertir su frustración en acción.

“No quería que ninguna chica experimentara eso. Quería hacer la vida de la gente, de las chicas, más fácil”.

Cordelia cursa octavo grado en Mercer Island, en Washington, Estados Unidos, y decidió cambiar la situación para todas las alumnas de la institución. Mientras el colegio proveía de productos de higiene femenina en las oficinas, todos sabían que no siempre estaban disponibles.

La joven decidió escribir una petición por la que obtuvo 100 firmas. En el papel contaba sobre la falta de productos en los baños de las mujeres y la importancia de ello.

Cordelia es una joven con firmes convicciones y se declara feminista.

Cordelia tiene en la mano el petitorio con las 100 firmas.

Además de la petición con las firmas, Cordelia escribió una carta a la dirección del colegio:

“Por qué tenemos pañuelitos y papel higiénico provistos por la escuela pero no toallitas sanitarias o tampones?” dice la carta del petitorio.

“Mientras que los pañuelitos y el papel higiénico son para funciones normales del cuerpo, las toallitas sanitarias y tampones también son necesarios para las funciones normales del cuerpo que suceden de forma natural. La única diferencia es que sólo las chicas las usamos. Las mujeres no elegimos tener nuestro período. Entonces las mujeres estamos siendo penalizadas y obligadas a pagar por las funciones del cuerpo que no podemos controlar”.

Creo que las toallitas y tampones no deben ser tratados como otros productos porque son sólo un producto, como el papel higiénico”. Además argumentó que en la adolescencia es cuando las jóvenes tienen su primer menstruación, por lo cual es muy importante contar con productos femeninos.

Lo que argumenta Cordelia es lo que se conoce como el “pink tax” o “impuesto rosa”, que se aplica a aquellos productos que dicen estar destinados para las mujeres y, que sólo por eso, tienen que pagar más.

Mientras su carta era estudiada por la Dirección, Cordelia decidió gastar su propio dinero en comprar canastos para colocar en los baños de la escuela para colocar los productos higiénicos.

La joven de 14 años con los canastos que compró.

NBCNews

Los cestos además tenían frases con mensajes inspiradores de su modelo de vida: Hillary Clinton. “Los derechos de las mujeres son derechos humanos. Los derechos humanos son los derechos de la mujer”.

La joven dice ser apasionada por temas de justicia social, la lingüística, el periodismo y la escritura. Además se siente identificada con Rory, protagonista de su serie favorita: “Gilmore Girls”.

“Rory Gilmore es un ejemplo a seguir porque muestra su pensamiento feminista en el show, y es como ver un show acerca de las mujeres y sus luchas” asegura Cordelia.

La Dirección aprobó la petición de la joven rápidamente, “Fue increíble, me tomó tres semanas desde que empecé hasta que terminó y lo aprobaron” contó feliz.

“Agradecemos que Cordelia nos llamara la atención sobre este tema, estamos muy orgullosos de ella por hacerlo, y por poner en práctica sus habilidades aprendidas en la clase de Justicia Social” aseguró un vocero de la escuela. “Reparamos los dispensers y no requieren monedas para obtener productos de higiene femenino”.

Así se ven los canastos en los baños.

NBCNews

Seattle Times

Cordelia defendió sus ideas y logró lo que buscaba: beneficiar a todas las mujeres de su escuela.

Su iniciativa es excelente y que haya logrado la aprobación en base a defender sus derechos y creencias, es mucho mejor.

¡Comparte su valiosa historia!

Te recomendamos