El huracán Dorian estremece Bahamas con vientos de 290 km por hora dejando escenas devastadoras

El huracán Dorian avanzó a su categoría máxima destruyendo Bahamas, es el ciclón más devastador que ha afectado el archipiélago, los daños que ha causado no tienen precedentes.

Desde el pasado domingo el paso del huracán amenazó con vientos de 290 kilómetros por hora, es la tormenta con ráfagas más intensas que se ha producido en el Atlántico.

No existen registros de un fenómeno similar, ayer el huracán dejó devastada la isla de Ábaco y este lunes Gran Bahama.

Huber Minnis, primer ministro del archipiélago declaró ante los medios mientras lloraba:

“Este es posiblemente el día más triste para mí, el peor para dirigirme al pueblo de Bahamas. Nos enfrentamos a un huracán que nunca hemos visto en Bahamas”.

No se han podido ejecutar operativos de rescate

Asimismo, confirmó el fallecimiento de cinco personas, incluyendo un niño de 8 años cuya hermana está desaparecida. Resaltó que mientras no se emitan comunicados con cifras oficiales insta a los ciudadanos a ser cautelosos con la información de las víctimas mortales.

El ministro de Exteriores, Darren Henfield, aseguró que lamentablemente, el balance de personas fallecidas podría ser mucho mayor. Las intensas lluvias han impedido que puedan hacer una inspección por toda el área afectada.

“Las redes eléctricas están caídas, los postes de luz están caídos, hay árboles que atraviesan las calles. Por favor, recen por nosotros. Recen por Ábaco, se los suplico”, gritó con desespero una mujer en declaraciones para un programa de radio de una cadena de noticias.

La mayoría de las personas afectadas permanecen aisladas por las inundaciones y en condiciones tan adversas, los equipos de rescate no se pueden trasladar. Sin embargo, el primer ministro asegura que hacen su mayor esfuerzo y han logrado salvar a algunas personas.

Daños sin precedentes

La isla Ábaco, de 17.000 habitantes, ha sufrido una devastación nunca vista.

“En estos momentos estamos enfocados en el rescate, la recuperación y la oración”, dijo el ministro. Se mantiene la hipótesis de que diversas comunidades de las islas hayan sido arrasadas por los vientos y las inundaciones. El territorio es llano y solamente supera en pocos metros el nivel del mar.

Las autoridades no manejan la cifra de las personas que ignoraron las órdenes de evacuación para ponerse a resguardo en refugios.

Las calles de la isla se han convertido en ríos, las casas están inundadas, los techos se han desprendido, aproximadamente 13.000 viviendas han quedado destruidas.

El gobierno habilitó 14 refugios, y decenas de iglesias, escuelas, y otros edificios institucionales fueron habilitados para operar como centros de acopio y emergencia.

Mulice Kink, habitante de la localidad de Nassau, conversaba por teléfono con su madre que vive en Ábaco y repentinamente se cortó la comunicación.

“Lo último que me dijo fue que el tejado de la casa se había volado y que estaban a la intemperie. Después la volví a llamar, pero no obtuve respuesta”, relató el angustiado hombre.

Cuando habían transcurrido minutos desde la llamada, su hermano publicó un vídeo en el que se aprecia cómo habían perdido todo. Las viviendas de los vecinos también habían desaparecido, partes de las casas volaron hasta el jardín de otros.

Según la Cruz Roja, el pronóstico de esta emergencia es desalentador, hay importantes necesidades humanitarias en la isla tras el paso del huracán. “Puede que no haya ni siquiera agua potable disponible en Ábaco”, dijo un representante.

Una catástrofe de consecuencias devastadoras

De acuerdo con el informe emitido por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, NHC, por sus siglas en inglés, el huracán tocó tierra el domingo al norte de Bahamas.

Se calificó como un poderoso ciclón de categoría cinco en la escala de Saffir-Simpson, con vientos de 295 kilómetros por hora. Tocó tierra en las islas Ábaco.

Dos horas después volvió a tocar tierra en la isla Gran Ábaco y después se dirigió hacia Gran Bahama donde causa daños devastadores. En una tercera oportunidad tocó tierra en el extremo oriental de la isla.

Se presume que el huracán se acerque a las costas de Florida durante la noche de este lunes y a primera hora del martes.

La población está tomando medidas preventivas protegiendo la estructura de sus inmuebles, y colocando bolas llenas de tierra en el exterior para prevenir daños por inundaciones. Además, se han abastecido de agua y alimentos no perecederos para al menos siete días.

José Andrés, el cocinero español que tiene varios restaurantes en Estados Unidos, se encuentra en Bahamas para ayudar a los damnificados, acudió a sus seguidores de Instagram para publicar un vídeo en el que informa la situación en medio del viento y la lluvia. Comentó que está a 130 kilómetros de distancia del ojo del huracán.

«Oremos todos por Islas Ábaco y Gran Bahama», dice Andrés.

Seguiremos reportando los avances de esta tragedia, no te vayas sin compartir ese balance.

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