El emotivo momento en el que 2 hermanos celebran haber sido adoptados en Disney

La adopción es una solución para que los menores de edad puedan volver a tener un hogar y las parejas o personas solicitantes que quieran tener hijos y no puedan por algún motivo, puedan vivir y disfrutar la experiencia de la paternidad.

Pero sean adoptados o no, los niños necesitan, ante todo y por sobre todas las cosas, mucho amor.

Y esto es precisamente lo que Andrea Chideseter, de 29 años, a través de la organización sin fines de lucro Heart Gallery, ubicada en Tampa, Florida, Estados Unidos y su fundadora, Leigh Ann Tuohy quiso mostrar a sus dos hijos adoptivos, Raylen y su hermana mayor, Rania, de 5 y 7 años respectivamente.

Apenas conocer del caso, Tuohy se puso en contacto con la joven madre adoptiva con la intención de hacer realidad el más anhelado y antiguo sueño de los pequeños hermanitos: viajar a Walt Disney World.

Andrea, su madre, no pudo contener su emoción por el viaje que, según ella iba a ser la guinda del pastel que coronaría la felicidad de los niños.

“Siempre quise ir a Disney con ellos, pero financieramente me había sido imposible”, afirmó Andrea, la madre de los niños.

Heart Gallery es una organización que se encarga de fotografiar niños adoptados en espacios públicos como centros comerciales, parques o iglesias, a menudo invisibilizados por la sociedad, tales como adolescentes, personas discapacitadas o con necesidades médicas o terapéuticas, como en el caso de Raylen y Rania.

Para las madres adoptivas como Andrea, la seguridad de que sus hijos tengan una vida normal es un tema prioritario. Por eso, vivir la experiencia en Disney junto a su nueva familia, así como las experiencias que vendrán, son lo más importante.

“Todos pueden participar en esto. Incluso si no eres un padre de crianza temporal, puedes jugar un importante papel”, dijo Chidester.

Heart Gallery hizo públicas las fotos de Raylen y Rania en su sitio Web, las cuales ayudaron a 27 de los 3.200 niños que existen en acogida en el Condado de Hillsborough, a ser adoptados el año pasado.

Este es un ejemplo de una realidad anónima que expresa el mayor acto de generosidad que un ser humano puede ofrecer: amar, criar, cuidar, materializar los sueños y acompañar en la vida a otra persona con problemas.

Comparte esta hermosa historia familiar con tus seres queridos. Recuerda que todos podemos hacer de este mundo algo mejor para todos los niños que iluminan todo con su eterna sonrisa.

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