El emotivo mensaje de un profesor para un afligido alumno diagnosticado con hiperactividad

Enrique Sánchez, director del Centro de Profesorado de Málaga y profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, publicó en su perfil de Twitter el caso de un alumno para ofrecer una valiosa lección.

A través de la historia de “Paquito”, quiso demostrar que aquel alumno que es señalado por ser revoltoso en el aula de clases también tiene capacidad para sacar un diez.

En su relato, el estudiante nombrado Paquito para proteger su identidad, era un desastre según todos los profesores, pero para el de Educación Física era el mejor alumno que había tenido.

Este alumno le quiso contar a Enrique que había sido diagnosticado con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), y él le respondió que eso significaba que era un cazador.

Paquito se incorporó a la clase de sexto grado cuando ya había empezado el curso, cuando comenzaba Educación Física se emocionaba, le hacía mucha ilusión. “¿Qué hago profe?”, decía al llegar. Comenzaba el calentamiento sin perder el tiempo y asistía al profesor ayudándolo a colocar el material para la sesión.

Cuando algún alumno manifestaba que estaba cansado por algún ejercicio, Paquito en cambio quería repetirlo. Para mí, su profesor de Educación Física era un alumno aventajado.

Lo expuse en la primera reunión de Equipo Docente y todos se mostraron atónitos con las manos en la cabeza. Aseguraron que no atendía a la clase, se movía con mucha frecuencia e interrumpía. Era un caso típico para remitirlo a ser evaluado en psicopedagogía.

“Recuerdo el día que recibió el diagnóstico, fue el último en bajar al patio y me dijo: ‘Profe, ¿te has enterado? Ya es oficial, soy TDAH’”.

“Y te han explicado qué significa eso?”, le dijo el profesor sabiendo que habían conversado con él.

“Sí, que soy nervioso, que no me concentro y eso…”

El profesor le dijo que no le habían explicado bien, que eso significaba realmente que él era un cazador.

“¿Un cazador?”, cuestionó el niño con cara de sorpresa.

“Sí, pero de esos que van con una escopeta por diversión. Eres un cazador prehistórico. ¿Has visto la clase de la prehistoria? Pues sabrás que los cazadores son personas muy importantes, dependía de ellos que la tribu sobreviviera. Debían ser rápidos, listos, estar alerta y actuar”.

“Como un hombre de acción”, dijo el niño con el rostro iluminado, hizo referencia a un personaje de ficción que el profesor no conocía.

“Eso es, pero has tenido mala suerte chaval. Te tocó vivir en un mundo que valora más a los granjeros que a los cazadores. Ya sabes, aquí lo importante es ser paciente, saber estar sentado durante largo tiempo, prestar atención”, respondió el profesor.

Paquito reconoció que el colegio se parecía un poco a una granja.

“Puede ser, pero ¿sabes cuál es la principal virtud de los cazadores? Son capaces de adaptarse a cualquier lugar, saben camuflarse, así que tú vas a adaptarse a una clase-granja, estoy seguro de que podrás”, dijo el profesor Enrique.

Su intervención en la conversación que tuvo con Paquito se inspiró en el libro: “El poder de la neurodiversidad”, que habla de los resultados de una investigación realizada por Thomas Armstrong con bomberos de Estados Unidos.

Seleccionaron a una brigada y le hicieron un test de diagnóstico de TDAH, varios obtuvieron resultados positivos. Cuando el jefe de bomberos vio la lista se sorprendió de que los que tenían el diagnóstico eran los que se destacaban en su labor.

“¡Pero son mis mejores hombres!”, exclamó asombrado.

En España un 6,8% de la población sufre este trastorno del neurodesarrollo de carácter neurobiológico de déficit de atención e hiperactividad causando dificultades para atender y concentrarse, e impulsividad motora y vocal. Este trastorno se origina en la infancia, durante los primeros años de vida.

El hilo de Twitter del profesor Enrique ha alcanzado 5.000 retuits, y más de 9.000 reacciones. No te vayas sin compartirlo.

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