Desde sus 5 años se dedica a ofrecerles ayuda a las personas más pobres para mejorar su vida

Nunca estamos demasiado jóvenes para preocuparnos por las personas más necesitadas. Un ejemplo de esto es Lindsay Sobel. Actualmente tiene 17 años de edad pero ha generado un gran impacto en su sociedad desde que tenía tan solo 5.

Cada vez que salía de paseo con su familia, Lindsay se fijaba en algunas personas que simplemente pasan desapercibidas a la mayoría de los niños.

Comenzó a preguntarle a su mamá sobre las personas sin hogar y desde entonces comenzó a buscar la manera de ayudarlos.

“No podía imaginarme caminando por la ciudad sin zapatos. Sólo piensa en cuántos problemas de salud acarrearías a tus pies. Sin pensar en las altas y bajas temperaturas”, dijo Lindsay.

Todo comenzó con unas pequeñas donaciones pero Lindsay está decidida a hacer tanto como sea posible por ayudar a las personas de menos recursos.

Lo que más le preocupaba era saber que muchos de ellos recorrían las calles sin contar tan sólo con un par de zapatos.

Sabía que en su familia había unos zapatos sin utilizar así que decidió darles buen uso. Fue así como nació «Shoes for Souls», una organización sin fines de lucro que se especializa en donar miles de zapatos.

“Todo empezó cuando mi papá y yo estábamos limpiando el armario. Entre los cinco miembros de mi familia teníamos cerca de 30 pares de zapatos para regalar”, dijo Lindsay.

A primera vista, los zapatos pueden parecer algo que todos damos por sentado. Sin embargo, para una familia enfrentando dificultades económicas el calzado puede convertirse en un verdadero lujo.

Esto es algo que Lindsay aprendió cuando era tan sólo una niña y tuvo la valentía de tomar acciones al respecto. Durante la pandemia, Lindsay implementó el uso de una aplicación para poder continuar con su labor.

De esta manera logra coordinar las donaciones y entregas de zapatos procurando evitar el contagio del coronavirus.

“Hay un montó de familias que no pueden adquirir un solo par de zapatos. Hay otras que pueden darse el lujo de cambiar de zapatos cada cierto tiempo. Por eso creé la Fundación”, explicó Lindsay.

La pequeña Lindsay ha demostrado que todos podemos hacer de este mundo un lugar mejor. Su fundación ha cambiado la vida de muchos. Con el paso de los años, Lindsay no hace más que ingeniárselas para ayudar a un mayor número de personas.

No dudes en seguir el ejemplo de Lindsay y realiza alguna donación para ayudar a alguien que lo necesite. ¡Comparte!

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