Pensó que moría por intoxicación alimentaria, pero camino al hospital se convirtió en madre

Crystal Gail Amerson, una trabajadora de 29 años en una casa de retiro para pacientes con Alzheimer y demencia de Pensacola, Florida, recibió la sorpresa de su vida tras sentir un dolor punzante en el estómago en la madrugada del 25 de marzo.

Ella pensó que se trataba de una indigestión por la comida china que había tomado la noche anterior.

El dolor se intensificó rápidamente, y me preocupé porque lo que pensaba que era una intoxicación alimentaria podía ser algo mucho peor”.

En su lucha por descubrir que era lo que realmente le estaba sucediendo esta mujer le pidió a su prometido, Brian Westerfield, que llamara a los paramédicos. Poco tiempo después Crystal se habría convertido en madre de su segundo hijo.

Definitivamente los dolores que sentía no eran productos de calambres por una intoxicación sino por contracciones.

El dolor vino en secuencias de tiempo y era insoportable. Pero a medida que pasaban los segundos, el dolor era más intenso y más frecuente”.

Crystal pensó que se estaba muriendo.

Fue aterrador. Estaba segura de que me estaba muriendo, literalmente fue el viaje más doloroso de mi vida».

Camino al hospital y a los pocos minutos de descubrir que estaba embarazada, Crystal dio a luz a Oliver James Westerfield.

Lo pusieron en mis brazos hasta que llegamos al hospital».

Los médicos estimaron que ella se encontraba en su semana 37 de gestación.

En esos instantes ella no podía pensar con coherencia, solo quería que le dijeran que tenía que hacer para no sentir ese dolor.

Ella recuerda que es posible que sintiera algunos síntomas que le podían haber advertido de que estaba embarazada, pero debido a su apretada agenda y a la crianza de su hijo de 18 meses no se dio cuenta de muchos de ellos.

Solo gané unos 5 kilos aproximadamente durante todo mi embarazo. No tuve náuseas matutinas, ni barriga redonda grande».

Esta mujer trabajó a tiempo completo, y atendía a su hijo toda la noche.

No tuve tiempo para darme cuenta de que estaba embarazada, especialmente porque no experimenté los síntomas típicos».

Añade que pudo haber tenido dolores de espalda constantes por el embarazo, pero realmente ella siempre los ha tenido, así que no pensó que la causa fuese otra.

Ella y su pareja crearon una página GoFundMe para recaudar fondos para comprar un coche que les permita ajustar dos asientos para bebés, y asó transportar juntos a Wyatt y Oliver. La meta es reunir 5.000 dólares, y desde entonces han recaudado casi 800 dólares.

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Esta madre de dos niños comentó que el proceso de adaptación con Oliver ha sido satisfactorio. El bebé está progresando, durmiendo y comiendo bien.

A sus padres también les va muy bien, pero sin lugar a duda, ahora les espera una comida casera. Comparte con tus amigos.

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