¿Cómo se limpian los monumentos más grandes del mundo?

En este mundo hay cientos de profesiones y empresas que se dedican a los más extraños y útiles trabajos que puedas imaginar. Y este es el caso de una empresa que se dedica a limpiar superficies, pero además hace la limpieza de monumentos emblemáticos en los 5 continentes.

Quienes se dedican a este trabajo son auténticos escaladores con cuerdas, arneses y cascos, se cuelgan a 30 metros de altura para embellecer los principales iconos de cada país.

La empresa que se dedica a hacer estos trabajos es Kärcher de origen alemán, se encarga de estas labores de limpieza que tienen como protagonistas al Cristo Redentor de Brasil, la Estatua de la Libertad en Nueva York o la Ciudad del Vaticano.

Así limpiaron el emblemático monumento de Brasil.

Así publicitan sus equipos.

Thorsten Möwes es uno de los miembros del equipo que, según informa The Independent, llevó a cabo alguna de las acciones de higiene en los monumentos más famosos del mundo. Para el trabajador, hay monumentos más complicados que otros, como el London Eye (135 metros de altura), en la que trabajaron de noche mientras nevaba en la ciudad para que al día siguiente pudiese estar abierto.

Pero no siempre subieron a estructuras hechas por el hombre, también en aquellos que están en la naturaleza, como el monte Rushmore, Estados Unidos.

Aprovechan todo tipo de huecos, grietas y rincones excavados en la roca para colarse en algunos de los sitios más inaccesibles del planeta. Es uno de los retos a los que se enfrenta este equipo de limpiadores cada día y en algunos casos consiguen llegar gracias a un helicóptero.

El monte Rushmore, monumento a los presidentes de Estados Unidos.

Su trabajo es intenso y peligroso, pero tiene hermosas vistas.

Instagram/Karcher

Además de los obstáculos en cuanto a la difícil accesibilidad de los lugares, se suman las dificultades de trabajar en zonas con cientos de años de antigüedad como las columnas romanas del Vaticano.

La empresa trabaja con algunos de los sitios más protegidos del mundo como la Ciudad Prohibida de China o el coloso de Memnon en Egipto.

Thorsten Möwes, junto con otros trabajadores, dio un paso más allá del saneamiento a gran escala. Utilizan sus herramientas con agua a alta presión para crear murales en paredes de Japón y Corea del Norte. El dibujo resultante es la diferencia entre lo que está limpio y lo que está sucio; como ellos mismos describen en la foto: “creemos en el arte de limpiar”.

¿Alguna vez habías pensado en cómo se limpian estos monumentos? ¡Pues ahora sabes cómo! ¡Compártelo!

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