Tras descubrir que tenía cáncer decide escribir su propio obituario y dejar un mensaje al mundo

Mucho hemos escuchado decir que lo único seguro que tenemos es la muerte, y realmente es así, sin embargo, no nos enseñan a vivir conscientes de que eso puede suceder en cualquier momento, especialmente cuando somos sorprendidos por una enfermedad inesperada.

Bailey Jean Matheson tenía solo 35 años cuando fue diagnosticada con cáncer. Apenas tres meses antes conoció a su compañero de vida, Brent Andrews.

Bailey, hija única y empresaria de Canadá le diagnosticaron leiomiosarcoma, un cáncer de tejido blando en el abdomen. Su pronóstico de vida era de 12 meses. Sin embargo, Bailey milagrosamente logró sobrevivir 2 años y medio, ella tomó la valiente decisión de no someterse a las sesiones de quimioterapia durante sus últimos días.

Ella escribió su propio obituario unos días antes de su fallecimiento.

“Quiero vivir el resto de mi vida como creo debe ser”.

Después de conocer su grave enfermedad visitó algunos de los mejores lugares locales y lejanos con Brent. También reveló su decisión de vivir sus últimos días sin tratamiento alguno. Fue una decisión muy difícil para todos sus seres queridos, especialmente para sus padres.

«Mis padres me dieron siempre el mayor regalo de apoyar mis decisiones. Sé que es difícil para ellos ver que detuve el tratamiento y dejar que la naturaleza siga su curso».

Bailey dividió su obituario en 5 partes: una sección para sus amigos, una para Brent, otra para sus padres, una para sus tías y la última para sus trabajadores sociales.

A mis padres, gracias por apoyarme en mis decisiones a lo largo de toda mi vida. Siempre recuerdo que mi madre me decía que perder a un hijo sería la pérdida más difícil por la que un padre podría pasar.

Para sus amigos también dedicó unas palabras de sincero agradecimiento y especial amor.

Siendo hija única, siempre he apreciado mis amistades más que nada porque nunca he tenido hermanos propios. Nunca imaginé amar a mis amigos más de lo que lo hice, pero pasar por esto y tener su amor y apoyo incondicional ha hecho algo tan difícil sea más soportable”.

Bailey después dedicó unas líneas para el amor de su vida, que en tan poco tiempo supo ganarse todo su corazón.

Llegaste a mi vida tres meses antes de mi diagnóstico. No tenías ni idea de en lo que te estabas metiendo. No podría haber tenido a un hombre mejor a mi lado en todas las aventuras, risas, citas, gritos y fracasos».

Bailey terminó su obituario agradeciendo a sus amadas tías, a todo el equipo de cuidados paliativos que la acompaño en todo este difícil proceso, así como a todos sus médicos y enfermeras.

También instó a las personas que podían colaborar a enviar donaciones a la organización benéfica Melanie’s Way o Young Adults Cancer Canada.

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Lamentablemente Bailey falleció el 5 de abril. Pero dejó al mundo con su último mensaje: «No tomes las cosas pequeñas tan en serio y vive un poco». Comparte con tus amigos y familiares esta sentida recomendación de un ángel que ya partió al cielo.

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