Antonio Quilles es un mochilero de 97 años y sus aventuras están conmoviendo al mundo

Esta es una hermosa historia para comenzar el año. No hay momento correcto, ni edad correcta, ni reglas cuando se trata de disfrutar la vida. A veces parece que no tenemos fuerza, pero el cariño de un ser querido y la buena voluntad realmente pueden cambiarlo todo. Así lo demuestra el valiente Antonio Quiles, quien junto a su ejemplar nieto Lluís emprendió una aventura de diversión y reencuentro consigo mismo. 

Antonio se pasaba los días en casa viendo la televisión, disfrutando de sus canales favoritos de deportes, que le recordaban sus años mozos, hasta que un día Lluís le recomendó el canal Viajar. Así, sin saberlo en ese momento, comenzó la aventura que cambiaría sus vidas para brindarles una hermosa enseñanza 😀 A penas Antonio vio la ciudad de París en ese canal, le pareció muy hermosa y le manifestó a su nieto que nunca tuvo la oportunidad de ir para allá. 

Lluís se conmovió ante la emoción del abuelo, y pensó que ese hombre merecía viajar más que nadie en este mundo… Así que compró un par de pasajes a escondidas de él, sin que se diera cuenta de lo que estaba pasando, y se le presentó con los boletos. La propuesta de viajar juntos le hizo muy feliz y por supuesto la aceptó con entusiasmo «Yo estoy dispuesto a todo», dijo Antonio.

El primer lugar al que fueron fue Francia, y después viajaron a Italia. Parece que el próximo destino será Inglaterra. «Tengo una energía que ni yo me la creo», dice Antonio a sus 97 años de edad.

Esta nueva aventura junto a su nieto le ha hecho sentir rejuvenecido, con un destino que aún está lleno de oportunidades y cosas por descubrir. Inclusive ha vuelto a hacer deporte, lo que antes tan solo pensaba que podía ver en la tele. 

Lluís le ha contagiado con su juventud, cuando están en sus paseos buscan alojarse en sitios céntricos dentro de la ciudad, para que el cuerpo de Antonio corra la menor cantidad de riesgos.

Así es fácil despertar, colgarse la mochila y empezar a conocer los lugares más emblemáticos de cada región que visitan. «Me gustó Italia, había que correr mucho, pero es bonito, sobre todo Venecia. Ahora, París es más bonito» Sin duda él está enamorado de París y es gratificante que haya ido por primera vez a sus 97 años. 

A Antonio además le encantó montarse en el avión, y lo único que le preocupa de esos viajes es la gastronomía porque asegura ser «muy de cuchara». Le encantan las sopas y en todos los restaurantes preguntaba si no tenían sopa. Aunque seguramente un adorable señor no tendrá problema en ningún lugar, todos querrán complacerlo y darle la comida que prefiera. 

Estos viajes, además de darle vida, le han dado una oportunidad de re-conectarse con sus experiencias pasadas de forma pacífica. Ha empezado a elaborar un libro de viajes, se trata de una libreta en la que anota cosas, reúne fotos, le pide a su vecino que mecanografíe el texto y luego lo lleva a encuadernar.

A través de eso recordó su afición por los campings cuando era pequeño, a sus familiares, sus vivencias en la guerra… Todo lo bueno y lo malo que le ha pasado en la vida volvió a él gracias a un regalo de su nieto. ¡Qué hermosa historia!

Lluís Martínez

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