Su pareja se somete a un tratamiento de «lactancia inducida” para poder amamantar a su bebé

Kelly Pfeiffer, de 37 años, dio a luz a sus bebés el pasado mes de mayo, pasó de ser una madre anónima para convertirse en una muy popular en las redes desde que compartió una foto familiar.

En la imagen aparece Kelly junto a su pareja Jaclyn, de 34 años amamantando a los bebés al mismo tiempo.

A pesar de que Jaclyn no es la madre biológica de los bebés se sometió a un tratamiento basado en medicamentos hormonales para que su cuerpo produzca leche materna y así inducir la lactancia.

La pareja había intentado tener hijos durante años, gastando 21 mil dólares en tratamientos de fertilidad que incluyeron más de 20 intentos de inseminación y la extracción de 58 óvulos de sus ovarios.

Afortunadamente lograron hacer realidad su sueño, los niños, Jackson y Ella, nacieron saludables el Oviedo, Florida, Estados Unidos, son gemelos porque se desarrollaron en el mismo embarazo y son hijos del mismo donante anónimo de esperma.

Pero tienen distintas madres biológicas porque un embrión de cada una de las madres fue implantado en el útero de Kelly.

Ellas aseguran estar agotadas por las exigencias sobre el cuidado de los niños, pero resaltan que están satisfechas y plenamente enamoradas de sus bebés.

Sobre su método para que Jaclyn también pudiera amamantar a los bebés resaltaron que es algo maravilloso.

“Nunca habíamos oído hablar de la lactancia inducida, que es el proceso que permite que Jaclyn también pueda amamantar a nuestros gemelos. Queremos que otras parejas sepan cuáles son sus opciones y que no estén solas en este proceso”, dijo Kelly.

Kelly es enfermera y tiene tres hijos producto de una relación anterior, Jaclyn, es maestra de una escuela infantil y no había tenido hijos.

Siempre quise ser madre, acordamos que yo intentaría quedar embarazada primero”, dijo Jaclyn.

Intentaron inseminaciones en el hogar, y en clínicas de fertilidad, necesitaron someterse a cirugías de extirpaciones de pólipos, implantes de embriones y cientos de inyecciones. Pero no funcionó ningún tratamiento, Jaclyn tenía Síndrome de Ovarios Poliquísticos, y pólipos cervicales que dificultan la fertilización de un óvulo.

Hasta que finalmente, Kelly tuvo dos embriones, uno de un óvulo suyo y otro de Jaclyn, ambos implantados en su útero.

La pareja está plenamente feliz tras haber logrado su sueño después de tanto esfuerzo y sacrificio, su testimonio ha generado muchos comentarios, algunos a favor de su iniciativa y otros que cuestionan su decisión.

Sin duda, el método de la lactancia inducida podrá ser tomado como referencia para otras madres, incluso aquellas que adopten un bebé y quieran vivir la experiencia de alimentarlos por sí mismas. Compártelo.

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