Los mitos y consejos sobre el embarazo que me hubiera encantado saber antes de ser madre

Cada embarazo es diferente, pero hay un par de cosas que, por experiencia propia y de mis amigas cercanas, sirven en la mayoría de los casos. Por eso he reunido estos tips que me habría gustado saber cuando estaba embarazada, ¡espero que te sean de ayuda!

1.- Sobre las náuseas y aversiones

Durante mi primer embarazo, vomité mucho en el primer trimestre. Creí que era inevitable, hasta que una doctora me explicó que los cambios hormonales cambian la química de todo el cuerpo, causando el aumento de acidez en el estómago, lo que causa las náuseas, vómitos y aversión a ciertos olores o alimentos.

Algunos antiácidos están contraindicados en el embarazo, pero la ginecóloga me recomendó unos que vendían en la tienda de la esquina y sabían geniales: Los tums. ¡Y santo remedio! Su ingrediente activo es carbonato de calcio que, además de calmar la acidez, fortalece los huesos (algo súper importante durante esta etapa). Otros suplementos de calcio recetados por el médico también me ayudaron con la acidez durante mi segundo embarazo, siempre debes consultar con el médico antes de incluir un nuevo suplemento. ¡No dudes preguntar, a veces la solución es más fácil de lo que parece!

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2.- Mitos y alimentación

Una vez una señora no me quiso vender un vaso con sandía porque vio mi pancita y dijo que las embarazadas no debían comer cosas frías. Existen muchos mitos sobre el embarazo y la lactancia, pero los mitos sobre la alimentación son especialmente delicados porque influyen directamente en la salud de la madre y el bebé. Aquí te presento los más comunes:

Las mujeres embarazadas deben comer doble: FALSO

Generalmente, durante el primer trimestre no se necesita ni una caloría de más. Durante el segundo trimestre el cuerpo necesita entre 300 y 350 kcal extra, y durante el tercer trimestre el requerimiento calórico aumenta a 500 kcal extra (lo de unas tres patatas medianas), aproximadamente.

Si hay gemelos, embarazos múltiples u otras variantes, los requerimientos cambian, pero definitivamente NO se debe de comer el doble durante el embarazo. Comer de más es, de hecho, especialmente peligroso, pues aumenta el riesgo de desarrollar diabetes gestacional, presión arterial alta, retención de líquidos, preeclampsia y eclampsia.

Se deben evitar alimentos fríos durante el embarazo y lactancia: FALSO.

Las embarazadas sí pueden disfrutar sandía. No hay problema con los alimentos «fríos». De hecho, en muchos países se cree que el consumo de estos alimentos  (como sandía y pepino o bebidas heladas, por ejemplo) también interfiere con la producción de leche durante la lactancia y se anima a consumir alimentos calientes (tés, atoles e incluso bebidas alcohólicas como pulque o cerveza), lo cual es completamente equivocado y evidentemente peligroso.

El alcohol pasa al bebé a través de la leche materna, por lo que su consumo no se debe fomentar. Incluso al consumir bebidas aparentemente inofensivas, como atole o té, puede aumentar la ingesta de azúcar añadida casi sin darnos cuenta, sin olvidar que algunas infusiones están contraindicadas durante la lactancia. SIEMPRE pregunta a tu médico antes de tomar algún remedio, no importa si lo usaron personas cercanas a ti o es muy popular.

El no cumplir con los antojos de una embarazada puede tener efectos en el bebé: FALSO

Es una realidad: los antojos durante el embarazo son los antojos más urgentes y incomprensibles… Pero no consumir helado de chocolate a media noche no necesariamente afectará la salud del bebé. Si tienes un antojo y no lo puedes satisfacer inmediatamente, puedes intentar comer un snack saludable: Nueces, almendras, plátanos o yogur son buenas alternativas, están llenos de nutrientes necesarios durante el embarazo y suelen ser fáciles de conseguir.

A veces, los antojos son la manera en que nuestro cuerpo nos avisa que le hace falta un nutriente o un poco de energía extra. Algunas mujeres experimentan antojos especialmente extraños: el deseo de comer tierra, bicarbonato de cocina o ladrillos han sido relacionados con deficiencias de vitaminas o minerales, por lo que si experimentas un antojo así lo mejor es consultar con tu médico, él sabrá la mejor dieta o suplementos para que tu embarazo sea perfectamente saludable.

3.- El ejercicio… ¿Peligroso?

Otro mito constante con el que me topé fue que las embarazadas no deberían ejercitarse, todo porque la amiga de una prima o una tía tuvieron que guardar reposo durante su embarazo. No dudo que las intenciones de la gente sean buenas, pero (como dije antes) cada embarazo es diferente y generalmente, durante una gestación saludable, el ejercicio no sólo es seguro, sino benéfico.

Desde una caminata hasta yoga o correr, las actividades se pueden adaptar al estado de salud del bebé, la madre y el trimestre de gestación. Hay actividades muy sencillas que puedes hacer en casa: Gatear un rato puede ayudar a tu cadera y espalda baja a descansar, usar una pelota estable de pilates para sentarse también ayudará. Ejercitar los músculos del suelo pélvico puede ayudar a que tu  parto sea más rápido y tengas una mejor recuperación posparto.

Cualquier actividad que decidas practicar, recuerda beber suficiente agua (aún cuando sea una caminata ligera), no ejercitarte hasta quedar exhausta y no levantar cosas pesadas. Siempre consulta a tu médico sobre cualquier nueva actividad, él sabrá guiarte de a cuerdo a tus condiciones particulares.

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4.- La ropa

Hay un momento muy triste durante el embarazo en que tu ropa ya no te queda pero tampoco la ropa de maternidad… para sobrevivir ese momento, que suele durar un par de meses, estos tips pueden ayudar:

¡Usa tus pantalones favoritos! Hay pocas cosas que nos suban el ánimo, una de ellas es usar nuestros pantalones favoritos. Puedes usarlos con ayuda de una liga, como en la imagen de abajo. Prefiero hacer esto con una goma para el cabello, de esas que están afelpadas, para disminuir la fricción. Con un blusón que cubra esa parte del pantalón o un vestido pequeño, con un poco de vuelo, podrás sentirte cómoda y bonita 🙂

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Espacio extra en el sujetador. A veces olvidamos que, además de la pancita, también crecerán otros lugares, como los pechos. Si no quieres comprar otros sujetadores, que dejarán de quedarte en unos meses de cualquier modo, una pequeña extensión para la espalda puede ser la solución. Son baratos y fáciles de usar, inténtalo.

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Prendas Multifuncionales. Invierte tu dinero sabiamente en prendas que puedas usar durante el embarazo y también la lactancia: leggings suaves, cómodos con el elástico de la cintura ancho y suave que te quedarán durante el embarazó y durante el puerperio.

Blusones con cuello en V cubrirán tu pancita durante el embarazo y facilitarán la lactancia después. Lo mismo pasa con los vestidos con un escote circular o en V, buen vuelo y ajuste debajo del pecho. Las típicas camisas a cuadros pueden ajustarse durante el embarazo, dejando de abrochar algunos botones, y durante la lactancia también te serán útiles.

5.- Piel y cabello

¿Se me caerá el cabello después del parto? Eso ciertamente me preocupaba. Pero resultó ser falso: Durante el embarazo, las hormonas causan que el cabello casi no se caiga y, cuando los niveles hormonales caen después del parto, el cabello vuelve a sus ciclos de caída y crecimiento regulares.

Si tu cuerpo tiene bajos niveles de nutrientes, el cabello sí podría caerse de manera preocupante, pero con el simple consumo de multivitamínicos especializados para mujeres embarazadas durante el embarazo y un par de meses posteriores al parto reducirá la caída del cabello, descalcificación de los huesos y otras complicaciones relacionadas con la carencia de nutrientes. Consulta a tu médico para que te recete el mejor multivitamínico para tu caso.

¿Y las estrías? Las estrías dependen de muchos factores: hormonales, genéticos, humectación, nutrición, entre otros. No puedes evitarlas por completo, pero puedes prevenirlas por medio de buena hidratación interna (bebiendo suficiente agua) y externa (con cremas especializas como la línea mom to mom).

Consumir alimentos ricos en grasas buenas y vitaminas también mantendrán la elasticidad de tu piel (salmón bien cocinado, aguacate, nueces, huevo, zanahorias, coco, atún, por ejemplo). Cuando las estrías están recién apareciendo y tienen una apariencia enrojecida, ¡aún estás a tiempo! La mejor crema para esos casos es Percutalfa, mejorará su apariencia mejor que nada.

No olvides humectar y cuidar todo tu cuerpo, no sólo la panza, pues las estrías suelen aparecer también en senos, brazos, muslos y caderas. Consulta con tu médico antes de incluir estos productos en tu rutina y recuerda que estas marcas… son marcas de guerra. No hay nada de qué avergonzarse, ¡es para sentir orgullo!

6.- ¿Dolores, masajes y fajas?

Conforme el embarazo avanza, el peso del bebé comenzará a generar molestias incluso al caminar a paso ligero. En México, por ejemplo, los «hueseros» (masajitas tradicionales) ofrecen masajes para todo tipo de males, pero cuidado: muchos no están calificados para tratar mujeres embarazadas y puede resultar realmente peligroso.

Siempre recurre a fisioterapeutas especializados y médicos certificados, ellos podrán ayudarte a aliviar las molestias con el cuidado que merece tu estado. También existen soportes especiales para distribuir el peso de tu pancita y disminuir la presión en la espalda baja, costillas y caderas, lo que es especialmente problemático durante el último trimestre. Escucha a tu cuerpo y siempre acude con tu profesional de la salud.

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De nuevo, acude con un médico, doula o especialista de la salud que te guíe de acuerdo a tu embarazo específico. Cada embarazo es diferente, no temas y escucha a tu cuerpo. Puede ser atemorizante, pero tienes lo que se necesita para traer vida a este mundo. Eres fuerte y, aunque parece que jamás estaremos listas, en el momento de la verdad sabrás qué hacer.

Comparte estos tips, ¡me habría encantado que alguien me dijera ésto cuando estaba embarazada!

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