Una joven indígena convierte el desierto en su propia pista de patinaje para superar el dolor

La Nación Navajo es una enorme reserva india en la que hace vida una tribu de nativos americanos. Se calcula que hay cerca de 350 mil habitantes navajos pero hay una de ellos que ha logrado hacer historia en su patineta.

Naiomi Glasses descubrió la magia de practicar skate cuando tenía tan solo 6 años. Vio a los amigos de su hermano haciendo balance sobre las ruedas y de inmediato quedó cautivada. Quería aprender a hacerlo.

Durante los primeros años, sólo pudo practicar en su cocina y bajo la supervisión de su madre. Sin embargo, esto fue suficiente para comprender que el skate se convertiría en su pasión. Naiomi pasó por una infancia muy difícil.

Sufría tratos injustos en la escuela y era constantemente señalada por haber nacido con el paladar hendido. Sin importar lo difícil que las cosas podían tornarse para ella, no había nada que no lograra curar con su patineta.

“Tengo un paladar y un labio hendidos. Los niños me intimidaban y me deprimía mucho. Cada vez que patinaba era mi momento de ser una niña feliz”, recuerda Naiomi.

Ahora tiene 24 años y su talento no pasa desapercibido. No sólo tiene muchísimo talento sino que también se luce sobre la patineta con una falda tradicional. Durante años, sintió presión a vestirse como un chico para poder practicar skate en los diferentes parques.

“Las niñas están vistiéndose como quieren y patinando como quieren. Es algo muy inspirador”, agradeció Naiomi.

Sin embargo, ha abrazado su propio estilo y ha causado furor. Ahora que se ha vuelto viral en las redes, Naiomi quiere luchar para crear más parques de patinaje en diferentes zonas y así apoyar a los pequeños que sueñan con practicar el arte de la patineta.

A pesar de que en su zona hay muy pocos parques, Naiomi ha convertido el desierto en su propia pista. Un día se encontraba cuidando las ovejas de su familia cuando tuvo la idea de realizar una pirueta sobre una arenisca roja.

Desde entonces ha desarrollado un sinfín de trucos para patinar en el enorme paisaje desértico. Su sueño es ayudar a que otros niños tengan la misma oportunidad.

“Patinar es liberador. Cuando lo hago me relajo y siento que se recargan mis baterías”, dijo Naiomi.

Actualmente, la joven de Navajo se encuentra trabajando con el proyecto Wonders Around the World. Ellos han ayudado a instalar parques de patinaje en zonas rurales del mundo entero y han generado un impacto muy positivo en lugares como Irak, Siria y México.

“El patinaje trae beneficios individuales y grupales. Puedes ser una herramienta para la diplomacia cultural”, aseguró el sociólogo Neftalie Williams.

No hay dudas de que Naiomi es una fuente de inspiración para muchos. Todos merecen una oportunidad para perseguir su pasión.

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