Una abuelita desilusionada pide ayuda tras viajar cientos de kilómetros para vender sus muñecas

Normalmente, las grandes historias de superación personal tienen tras de sí un gesto de empatía. Son muchos los emprendedores de todas las edades en busca de nuevas oportunidades quienes, sin un poco de ayuda externa no podrían ver cumplidos sus sueños.

Tal es el caso de Josefa, conocida cariñosamente como doña Jose, una venerable ancianita y experta tejedora quien reside en la ciudad de Querétaro, México. La mujer confecciona con sus arrugadas manitas muñecas “Marías” o “Trenzudas”, típicas de la Semana Mayor.

Con tal de venderlas y ganar su sustento, doña Jose debe recorrer todos los años una distancia de bastantes kilómetros que la lleva desde su ciudad hasta Puebla. Sin embargo, las trenzudas no han tenido mucha salida en este 2021 de terror. Tan solo había logrado negociar una.

La dama otoñal se desesperó pensando en que iba a regresar con las manos casi vacías a su casa, pero lo que no sabía era que su destino estaba a punto de cambiar para mejor.

Fue este pasado 06 de abril cuando, gracias al tabloide El Sol de Puebla que difundió su historia, doña Jose cumplió su meta de vender todas las muñecas que tenía contempladas en el territorio poblano, que es donde más se adquiere este producto.

Josefa nació hace 89 abriles en la localidad de Santiago Mexquititlán. Todos los años toma sus ahorros y se enfila hasta Puebla con sus hermosas muñecas de trapo y de listón, totalmente distintivas de otros diseños que existen en el mercado.

“Anualmente ahorra para viajar a Puebla y presumir sus muñecas que están hechas de trapo, así como de listón, además, ella les ha agregado botes de palma para que sean diferentes al resto de las muñecas que ya se hacen”, se lee en parte de la publicación periodística.

Antes viajaba sola, pero, debido a su avanzada edad, ahora se hace acompañar por Juana, su sobrina, y Martha, su hija. Destaca, además, el hecho de que las autoridades del Ayuntamiento de Puebla ahora les prohibieron permanecer en la 2 Sur a un costado de la Catedral de Puebla. Donde van muchos turistas que compran sus maravillas.

De modo que, obligadas a irse de la zona acabaron por instalarse en la calle 2 Sur y Avenida 7 Oriente. Gracias a la difusión de este medio y al apoyo de varios pobladores, vendió las 60 muñecas que tenía para Semana Santa y, como ella misma dice, logró que todas sus niñas “tuvieran un hogar”.

Doña Jose agradeció en idioma español y otomí, su lengua materna, al medio de comunicación y a todas las personas que la apoyaron llevándose una de sus creaciones. Otras familias también la han ayudado con alimentos y un dinerito extra para sus gastos personales.

“Nos empezó la venta muy bien gracias a ustedes y a la entrevista que le hicieron a mi mamá. Bendito sea Dios y muchas gracias porque más de 40 personas han venido y se han llevado más de una muñequita”, afirmó Martha.

Pronto, las tres regresarán a su hogar en Querétaro para reiniciar la producción de muñecas. El traslado dura unas siete horas, que de seguro ni se sentirán, ya que todas quedaron muy satisfechas con el último viaje a Puebla.

 Esperamos que continúe el apoyo de la gente para con este negocio familiar, y que se motiven a seguir haciendo estas maravillosas muñecas Marías, las más bonitas del mercado. Comparte esta historia con tus mejores amigos.

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