Tras 2 horas desesperada pidiendo ayuda para proteger a sus 4 hijas un hombre atiende su llamada

Tawny Nelson, de Florida, Estados Unidos se quedó sola con sus cuatro hijas de 9, 5 y 2 años, y la más pequeña de 6 semanas de nacida desde que se separó de su exesposo y este no se hiciera responsable de las pequeñas.

La joven madre vivió momentos muy difíciles mientras luchaba para hacer frente a las adversidades que se le presentaban intentando ofrecerle lo mejor a sus hijas.

“Las cosas habían sido absolutamente horribles. Más de lo que me gustaría explicar”, dijo Tawny.

Ella evitaba utilizar su coche porque tenía problemas mecánicos y no podía asumir el costo de repararlos, pero un día de lluvia se vio en la obligación de hacerlo porque necesitaba ir con urgencia al supermercado para comprar alimentos.

“Mi auto tenía una perforación en una rueda, tenía que echarle aire constantemente. El motor de la ventanilla del lado del conductor se apagó. Necesitaba un nuevo alternador. No salíamos a ninguna parte a menos que fuera estrictamente necesario”, relató.

Ese día se dirigieron a la tienda Winn Dixie ubicada a pocos kilómetros de su casa, cuando llegaron ya se había oscurecido y llovía intensamente. Tawny se dirigió rápidamente a hacer la compra con sus cuatro hijas, y cuando regresó al coche para volver a casa este no encendía.

Estaban atrapadas en medio de la noche y la lluvia torrencial, intentó encender el auto, pero todo lo que hizo fue en vano, y su teléfono móvil no tenía batería.

“Una de mis hijas dejó accidentalmente una luz encendida y nos quedamos sin batería. No tenía manera de llamar a mi familia o pedir ayuda y estaba sola”, relató la madre.

Vivió momentos de pánico, intentaba llamar la atención de los otros conductores y pedir ayuda, pero era ignorada.

Permaneció dos horas atrapada en el auto con sus hijas, “Debo haber preguntado a más de veinte personas en el transcurso de dos horas. Todos me ignoraron. Ni siquiera me respondían que no podían ayudar. Simplemente actuaron como si yo no existiera”.

Las niñas comenzaron a desesperarse, “Mi hija de 5 años se estaba agobiando. Mi bebé recién nacida gritaba, mi niña de dos años lloraba porque tenía mucha hambre y la mayor trataba de ayudarme sin éxito.

Yo lloraba por dentro de impotencia y desesperación al sentirme como la peor madre del mundo”.

Cuando empezaba a perder la esperanza, escuchó que alguien tocó su ventanilla, era un hombre mayor. Le entregó un plato con tiras de pollo y unas galletas que compró en una charcutería cercana con botellas de agua.

“Alimenta a los bebés y a ti, jovencita. Tengo una grúa en camino y mi esposa llegará pronto para llevarlos a casa”, le dijo el hombre.

Poco después llegó la esposa del hombre, igual que la grúa, y Tawny pudo regresar a casa junto a sus hijas.

Pero el gesto de aquel señor no fue suficiente, el día siguiente volvió a la casa de Tawny con un mecánico que reemplazó la batería de su auto, así como el alternador y también reparó la ventana rota.

El señor de 74 años que la ayudó dejó el mecánico haciendo su trabajo y se fue, la madre le preguntó al mecánico cuánto le debía y si podía pagar en cuotas, él le sonrió y le dijo que el anciano ya había pagado el importe total de la factura.

“Dijo que el único pago que quería el hombre mayor era que nunca me diera por vencida y siguiera siendo una madre increíble”, relató Tawny.

“Nunca he llorado tanto en mi vida. Y sin conocernos a nosotros ni a nuestra situación, este amable hombre nos ayudó de la mejor manera posible en aquel momento de mi vida. Lo que hizo revivió mi fe cuando me estaba desmoronando. Pero ni siquiera pude darle las gracias con un abrazo.

Nunca podré agradecerle. Pero ciertamente espero que algún día pueda hacer lo que él hizo por mí por alguien más”. Después de que el hecho se hiciera público iniciaron una campaña en GoFundMe para ayudar a esta madre y a sus cuatro hijas.

Daily Mail

El testimonio de esta madre es realmente conmovedor, su gratitud es admirable.

Así como la solidaridad de aquel hombre que no fue indiferente ante sus necesidades, cada día tenemos la oportunidad de ver a nuestro alrededor y ayudar desde el corazón, un pequeño gesto puede hacer una diferencia extraordinaria. Compártelo.

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