Su familia lo deja completamente abandonado y duerme sobre piedras – «Es pobre entre los pobres»

Considerados a menudo como seres inferiores y parasitarios, pareciera que a los pobres no se les perdona ni siquiera su pobreza.

Cuántas veces vemos a estas personas en los basureros recogiendo el fruto del descarte y de lo superfluo, para encontrar algo para alimentarse o vestirse. Tal es el caso de don Lupe que es pobre entre los pobres.

Resulta realmente vergonzoso para cualquier sociedad que se precie de evolucionada, ver a estos seres convertirse en parte de un vertedero humano y ser tratados como basura, sin que ningún sentimiento de culpa invierta en aquellos que son cómplices de este escándalo.

En Ciudad Victoria, en el estado de Tamaulipas, al noreste de México vive don Lupe, un ser olvidado por la sociedad, un ser sin recursos. Es pobre entre los más pobres de la ciudad y no cuenta con servicio de drenaje, agua, luz, o lo mínimo que se requiere para vivir.

Tampoco tiene un hogar que le dé cobijo a sus ya desvencijados huesos. Ni siquiera cuenta con una cama de palos donde descansar su infortunio, tal y como muchos de sus vecinos de la invasión del área ecológica que los alberga posee.

Y es que el ancianito debe pernoctar a la intemperie, sobre un montón de piedras sin siquiera una cobija sucia para protegerse del viento, la lluvia y el frío constantes en la zona.

Don Lupe vive en pobreza extrema

“Da mucho dolor y pena verlo así, pero nosotros también somos gente humilde y de muy bajos recursos, por lo que lo ayudamos como podemos”, comentaron algunos vecinos del adulto mayor.

Tampoco puede trabajar, ya que su brazo derecho le fue amputado hace años, por lo que sobrevive de lo que buenamente le ofrecen como caridad los más pobres, pero no tan pobres como lo es el viejo don Lupe.

La situación del anciano ha ido empeorando con el tiempo ya que no puede valerse por sí mismo, lo que genera mucha consternación y dolor en quien lo ve andar por esos largos caminos de la miseria y la soledad.

De hecho, una de sus vecinas, al sentirse impotente para ayudarlo, expuso el caso a través de las redes sociales, advirtiendo que este hombre fue dejado a su suerte por sus familiares, y que cualquier persona que desee ayudarlo puede localizarlo fácilmente en este terreno invadido de la colonia Constitución del 17, en Ciudad Victoria, México.

“Don Lupe requiere de mucha ayuda y cuidados médicos. Vive en Tamaulipas y está solo”, escribió la altruista mujer en su cuenta de redes sociales.

Tal parece que, a los pobres de hoy se les ha quitado la esperanza de ver el final del túnel de la miseria, tanto es así, que se ha llegado a teorizar y realizar una arquitectura hostil para deshacerse de su presencia en las calles que son, a fin de cuentas, sus últimos lugares de acogida.

Los pobres muchas veces no son “tratados”, son “soportados con molestia”, y es por eso que, tristemente, no es tanto un plato de comida o un refugio digno lo que desean realmente sino más bien, volverse invisibles, transparentes, hasta desparecer.

Comparte este caso con tus seres queridos y amistades y recuerda que los pobres no son números ni objetos a los cuales se pueda desechar, sino personas a las que hay que ayudar y considerar. Ayudemos a que don Lupe tenga una mejor vejez.

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