Su bebé casi muere por culpa de una batería de litio ¡Su historia puede salvar a otros!

Todos los padres, abuelos y tíos de este planeta deben conocer cuáles son los problemas que pueden causar las más inocentes cosas que tenemos en nuestros hogares. Sobre todo si hay pequeños en casa.

Muchas veces no somos conscientes de las cosas que pueden ser un peligro para los niños y  esto es lo que le sucedió a Karla Rauch con su pequeño hijo Emmett, que sufrió durante años por culpa de una pequeña batería de litio.

Wikipedia

Toda la historia ahora está en su página de Facebook, Emmett’s Fight, donde contó los complicados tratamientos que debieron pasar cuando su hijo de un año se tragó una batería de litio.

La batería se cayó de un control remoto y el pequeño Emmett, de apenas un año, se la tragó. Este incidente cambió la vida de la familia completamente, llevándolos a pasar por sufridos tratamientos, hospitalizaciones y casi causó la muerte del niño.

Sus padres no vieron cuando el pequeño se tragó la batería, pero cuando empezó a tener fiebre, no podía caminar y se sentía muy débil, lo llevaron al doctor, que les dijo en un primer momento que era una simple fiebre y que se recuperaría pronto.

Pero días después Emmett comenzó a toser sangre y tomaron la decisión de internarlo para examinarlo bien. Tras una radiografía encontraron la batería en su estómago, que estaba extendiendo su ácido por el organismo del niño, dañando severamente su esófago e intestinos.

Emmet tuvo que ser ingresado inmediatamente para quitar la batería y salvar su vida.

Con apenas un año tuvo que comenzar largos y dolorosos tratamientos.

La fuerza del pequeño y de su familia lo ayudó a superar el grave problema que le causó la batería a su salud.

Sus padres y hermano estuvieron con él en cada difícil momento.

El pequeño sobrevivió, logrando sanar sus graves heridas tras años de tratamiento que lo llevaron a ser sometido a más de 65 cirugías.

Emmett tenía problemas para respirar y hablar.

Tuvieron que colocarle cuerdas vocales artificiales.

Sin embargo el pequeño nunca perdió su alegría.

Y afrontaba cada desafío con una sonrisa.

Su familia fue su sostén y fuente de energía.

Hoy puede vivir una vida normal, como cualquier niño de 5 años, respirando por su propia cuenta, comiendo con normalidad, jugando al fútbol y pudiendo hablar gracias a que le colocaron cuerdas vocales artificiales.

Sin embargo sus padres, Karla y Michael, no están aún tranquilos. Saben que tienen a su hijo vivo, pero comenzaron una cruzada para evitar que otros niños y padres pasen por tan terrible situación.

Por eso trabajan para evitar estos accidentes a través de su página de Facebook y brindando entrevistas para concienciar a más adultos sobre los peligros de estas baterías.

Gracias a sus doctores hoy Emmett está vivo.

Su madre lucha todos los días para que otras familias no pasen por la misma experiencia que ellos.

Hoy Emmett es un niño sano.

Sin embargo sigue yendo a controles médicos.

Pues de esa forma podrá seguir teniendo una vida normal. 

Facebook/Emmett’s Fight

Comparte esta historia que tiene importante información para evitar que otros niños sufran lo que Emmett padeció.

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