Se reencuentra con su madre después de 33 años de la tragedia que las separó

Lo acontecido el 13 de noviembre de 1985 en Armero, cambió la vida de muchos colombianos. Después de ese día, nada volvió a ser igual. La pequeña Adriana Tapiero, no escapó de eso, y con tan solo nueve años le tocó vivir uno de los pesares más grandes para cualquier niño de su edad.

Cuando el volcán Nevado del Ruiz, localizado en territorio de los departamentos de Caldas y Tolima, en Colombia hizo erupción, solo una décima parte de esa población logró sobrevivir.

Adriana era una inocente niña que vivía con su madre y era feliz hasta ese entonces. De pronto, una descomunal avalancha sepultó a cientos de personas, dejando por doquier a niños huérfanos y familias destruidas.

Todo fue tan rápido que no hubo tiempo siquiera de asimilar lo que estaba ocurriendo, la devastación fue total.

Adriana de la noche a la mañana se quedó sola, no supo nada de su grupo familiar. De eso pasaron treinta y tres largos años, hasta que un día, siendo ella una mujer con hijos propios, supo que su madre estaba con vida.

La alegría que la embargó no le cabía en el cuerpo, no había quedado huérfana como creyó durante tanto tiempo. De inmediato, viajó desde Tolima hacia la ciudad de Bogotá para encontrarse con su progenitora.

El momento del encuentro fue muy emotivo, las lágrimas inundaron las mejillas de las mujeres. A pesar de que Adriana no tenía recuerdos claros de su madre, el amor hacia ella permanecía en su corazón.

«Yo me acuerdo de un estallido y de nada más», comentó la mujer.

Adriana reveló que un hombre que dijo ser su tío en el momento en que fue rescatada, se la llevó y a partir de allí pasó injusticias de todo tipo.

«Me hicieron mucho daño… las personas donde yo llegué me hicieron mucho daño, demasiado… Yo les digo a ellos (mis hijos), que uno es privilegiado cuando tiene un papá o una mamá, cuando uno está solo es muy vulnerable, una mascota tiene un lugar más especial en la casa, cuando usted es el recogido», relató Adriana inundaba en lágrimas.

La noticia fue subida a las redes sociales y muchas personas se alegraron por el hermoso encuentro, los comentarios de agrado y satisfacción corrieron de inmediato.

“¡Qué bonito y qué felicidad reencontrarse uno con su familia, y muy especial con la madre que es todo para uno!”, comentó una internauta.

Es agradable saber que después de aquella tragedia algunos sobrevivientes han encontrado a sus seres queridos. Ahora, madre e hija podrán olvidarse de años de soledad apoyándose una en la otra, nuestros mejores deseos están con ellas.

Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos, y disfruta al máximo del amor de tu familia.

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