Es cierto que el amor de una madre es único e incondicional, pero además tiene una fuerza increíble cuando se trata de proteger a sus hijos. Algunas progenitoras dedican su vida al cuidado de alguno de sus pequeños, incluso en la edad adulta.
De este modo lo ha hecho Linda Mar Miranda, una madre de Taguatinga, en el Distrito Federal, Brasil, quien no ha vuelto a dormir bien en 19 años pues está dedicada por completo al cuidado de sus cuatrillizos con discapacidades mentales.
Esta madre de 58 años, vive solamente para sus pequeños Marta, David, Rebeca y Ester. Linda no ha podido trabajar pues no tiene un lugar donde dejar a sus hijos, debido a sus condiciones especiales, así que vive de lo poco que recibe del gobierno.
Además, la mujer tiene dos hijos mayores que también la ayudan en lo que pueden. Vanessa, de 32 años, y Marcos, de 35, están casados y tienen sus familias pero no olvidan ayudar a su madre en la medida de lo posible para mantener a sus hermanos.
Sin embargo, son muchos los gastos que los cuatrillizos generan entre la comida, pañales, medicamentos y terapias. Sin incluir el pago del alquiler de la casa, la cual además no tiene las mínimas condiciones para que chicos con la discapacidad de los hijos de Linda Mar puedan vivir.
Sus gastos mensuales superan los 2.000 reales, unos 488 dólares, y por esta razón se ha iniciado una campaña pro fondos para ayudar a la familia. Linda Mar está sola con sus hijos, pues el padre los abandonó cuando tenían sólo dos meses de nacidos.
“¡Mis hijos lo son todo para mí! Eran cinco bebés, pero una niña murió un día después de dar a luz. Nacieron prematuros, pesaron 500 gr y pasaron 150 días en la UCI neonatal del Hospital Materno Infantil (Hmib)», expresó la Sra. Miranda.
El cuadro clínico de cada uno de los chicos es el siguiente:
- Marta tiene daño cerebral y parálisis del lado izquierdo del cuerpo.
- Rebeca tiene retraso mental y una disfunción tiroidea que ha afectado el crecimiento.
- David tiene retraso mental severo, parálisis del lado derecho del cuerpo y problemas del habla.
El estado más delicado lo padece Esther, quien tiene hidrocefalia, daño cerebral y retraso mental severo. Esta chica no camina, no habla y, hace 20 días, le diagnosticaron un quiste ovárico que debe ser operado.
“Ella ya tiene una válvula en su cerebro para drenar el agua. Ahora tiene que someterse a otra cirugía”, comentó la madre.
Aún en los días más difíciles, Linda Marina trata a sus hijos con un profundo amor.
Martha, David y Esther sufren crisis constantes pero aún con toda la ola de problemas y una salud bastante deteriorada Linda Mar atiende a sus hijos con todo su amor de madre. Parece que enfrenta tanta oscuridad con la luz de su corazón, pero es momento de que reciba algo de ayuda.
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